Sami Claret y Javier Aldea se conocieron por casualidad allá por 2011 cuando el primero de ellos visitó Vitoria donde Javi tenía un bar. Hubo buen feeling desde el primer momento y aquel encuentro estableció los cimientos y propició el nacimiento de la que es a día de hoy una de las microcervecerías artesanales más exitosas del panorama nacional: Nómada Brewing.
Inicialmente sin fábrica propia, ambos cofundadores han estado durante años recorriendo la geografía española en busca de cualquier hueco donde pudieran desarrollar sus recetas que destilan creatividad por sus cuatro costados: cervezas que fusionan tradición e innovación y que ellos mismos definen como “cervezas basadas en emociones y sensaciones”. Y los primeros éxitos no tardaron en llegar pues en 2012 ya fueron reconocidos como una de las cinco mejores cerveceras de nueva creación del mundo por parte del prestigioso portal Ratebeer.
Ese sólo sería el comienzo de su idilio con la web cervecera más importante del mundo. Poco después, su primera cerveza negra bajo la denominación de Royal Porter era valorada como una de la mejores del planeta y en 2013, Nómada se convirtió oficiosamente en la mejor cervecera artesanal española. Ya en 2016, su Papaya Rye logró ser la única cerveza de nuestro país que logró colarse en el top 100 de cervezas del mundo, una lista tradicionalmente copada por microcervecerías norteamericanas.
Si una cerveza nuestra no te cambia la cara, es que no lo hemos hecho bien.
A pesar de establecer su sede en Sabadell, donde pueden degustarse las diferentes creaciones de Sami y Javi en la cervecería Olut, siempre han sido cerveceros nómadas más por convicción que por necesidad. Por lo menos hasta 2016, cuando el grupo Mahou-San Miguel se cruzó en su camino y adquirió un 40% de la empresa. Gracias a esa inversión, Claret y Aldea ahora tienen a su disposición el equipo y las instalaciones de la gigante cervecera situadas en Alovera (Guadalajara), además del potencial económico necesario para aumentar su producción y expandir su distribución para llegar a cada rincón del país y exportar a otros como Finlandia, Noruega, Dinamarca o Estados Unidos.
Pero lo más importante de todo, siguen teniendo la libertad necesaria para experimentar con todo tipo de ingredientes y seguir creando referencias innovadoras, cada una de las cuales es “una historia, un paisaje, la proyección artística de nuestros sentimientos”.
Papaya Rye, la única cerveza española entre las 100 mejores del mundo

Desde su adquisición por parte de Mahou-San Miguel, Nómada ha podido ampliar su catálogo de recetas, incorporando nuevas cervezas permanentes como son Passiflora, Petricor, Marabunta o Hanami. Pero su mayor éxito sigue siendo una cerveza estacional, su Papaya Rye que, como hemos comentado anteriormente, tiene el honor de ser la única cerveza española entre las 100 mejores del mundo según los usuarios de Ratebeer y posiblemente la mejor cerveza patria, sin olvidarnos de otros grandes nombres como la Naparbier Potemkin o La Pirata Black Block BBA.
Se trata de una India Pale Ale que sus autores definen como una bomba de fruta, lúpulo y centeno. Fruta que, como habréis podido deducir, es básicamente papaya y que junto con el cereal, logra aportar cierto equilibrio a una cerveza tremendamente lupulada (con presencia de variedades como Citra, Simcoe, Topaz y Magnum), aromática y amarga, pues cuenta con un índice de amargor de 72 IBUs que nos permite clasificarla dentro del rango de las Imperial IPA o Doble IPA.
Pero no sólo destaca por su elevado amargor, sino también por un alto contenido alcohólico del 9%, lo que la convierte en una cerveza intensa y extrema, pero muy bebible, sobre todo si se marida con los platos adecuados como son las comidas picantes, las carnes grasas o los quesos. Elaborada con maltas Pils y Caramel, además del ya mencionado centeno, es una IPA de aspecto turbio, color ambarino y un sabor afrutado que deja paso a un amargor final que acaba arrasando el paladar, convirtiéndose en una cerveza realmente excepcional.