¿Dónde creéis que se elabora la mejor cerveza del mundo? Algunos seguramente pensaríais que en alguna abadía recóndita de Flandes, otros os decantaríais por alguna de las fábricas de craft beer estadounidenses que más revuelo están creando entre los amantes de la cerveza artesana, mientras que unos pocos probablemente nombraríais alguna marca alemana producida en Baviera.
Pero lo cierto es que no hace falta irse tan lejos para encontrar la que es la mejor cerveza del mundo. Por lo menos para el jurado de uno de los concursos cerveceros más prestigiosos del mundo: los Superior Taste Awards del ITQI (International Taste & Quality Institute) de Bruselas. Durante dos años consecutivos, 2015 y 2016, más de 120 sumilleres y chefs han elegido una cerveza española como la mejor entre más de 1.600 marcas sometidas a una cata a ciegas. Cuando eligen una cerveza una vez, uno puede pensar que quizás sea fruto de la casualidad, pero cuando ocurre dos veces, y además seguidas, sabemos que estamos hablando, sin duda, de una de las mejores cervezas del mundo.
La birra en cuestión es Gastro, una cerveza manchega, concretamente de la provincia de Cuenca, producida en Mota del Cuervo, localidad más conocida por sus molinos de viento que por sus fábricas de cerveza. Eso sí, hay que mencionar que los primeros lotes de la que es a día de hoy la mejor cerveza del mundo se comenzaron a producir en Leganés, concretamente en la fábrica de La Cibeles, antes de que sus responsables trasladaran sus instalaciones al municipio moteño.
Detrás de este proyecto se encuentran Iñaki Heras y Arancha Viñolo, dos jóvenes de esta localidad manchega que se embarcaron en esta aventura tras haber trabajado para empresas cerveceras de ámbito nacional y con la clara intención de crear una cerveza propia de la máxima calidad posible. Y vaya si lo han conseguido. En apenas dos años y medio, Gastro ya está en boca de todos los amantes de la cerveza, con presencia en grandes superficies españolas y se exporta a 10 países diferentes, lo que ha obligado a ampliar la capacidad de producción de su fábrica hasta el millón de litros anuales.
Gastro, una cerveza artesana de autor hecha con 7 lúpulos
Gastro se define a sí misma como una cerveza artesana de autor, aunque con ella nos pasa algo parecido que con La Socarrada. El nivel de industrialización necesario para producir las cantidades que manejan sus fabricantes y la comercialización masiva del producto nos hacen usar el término artesana con mucha prudencia. Quizás en su momento, cuando Iñaki y Arancha elaboraban sus recetas en pequeños lotes sí, pero ahora se nos hace difícil acuñar esta cerveza como una artesana por mucho que nos lo indique su etiqueta.
Volviendo a la cerveza en sí, también se nos antoja complicado clasificarla dentro de un estilo u otro. Desde luego que se trata de una ale de alta fermentación que quizás podríamos categorizar como una pale ale debido al uso de maltas pale, aunque también se emplean caramelizadas y ácidas. A estas tres maltas hay que sumar el uso de hasta siete lúpulos provenientes de tres continentes diferentes (América, Europa y Oceanía) que aportan a esta cerveza un carácter único y exclusivo.
Es más, uno de los lúpulos empleados, traído directamente de Australia, le proporciona los aromas tropicales tan característicos de esta cerveza en la que se perciben notas de mango, maracuyá y piña, y que tanto la diferencian de las demás cervezas en el mercado, aportándole una dosis extra de frescura a esta birra que cuenta con una graduación alcohólica del 5,5%.
A pesar de su éxito comercial, sus autores no quieren que se le defina como una cerveza al uso, prácticamente un refresco que se toma todos los días, sino como una cerveza gastronómica (de ahí su nombre) para ocasiones especiales y para maridar con los mejores platos de la más alta cocina, ya que combina excepcionalmente bien con los sabores fuertes de jamones, quesos, carnes rojas y foie. Eso sí, cualquier ocasión es buena para catarla, aunque no tengas estos platos a mano.
