Maredsous Tripel, la más potente cerveza de abadía de Duvel Moortgat

Botella y copas de Maredsous Tripel sobre mesa de madera
Duvel Moortgat
La Abadía de Maredsous da nombre a una de las líneas de cervezas de abadía belgas más prestigiosas, elaborada desde 1963 por Duvel Moortgat. Su Tripel es la cerveza más alcohólica de la gama, llena de matices afrutados y picantes.
Por Antony Peel
25 de febrero de 2022
Cervezas

En la provincia belga de Namur, que les sonará a los más cerveceros del lugar por prestar su nombre a la famosa witbier, Blanche de Namur, producida por Brasserie Du Bocq, se halla la Abadía de Maredsous. Ubicada a unos 25 km al sur de la capital de la región, concretamente en el municipio de Anhée, esta abadía benedictina fue construida en 1872 por orden de la arquiabadía de Beuron en Alemania y con la ayuda de la familia Desclée que donó las tierras necesarias y ayudó a financiar su planificación y construcción.

De estilo neogótico, el complejo arquitectónico que compone la iglesia, el claustro y el monasterio resulta impresionante. Rodeado por los bosques del Valle de La Molignée, en su interior se respira paz, tranquilidad y espiritualidad. Entre sus instalaciones destaca su gran biblioteca, con algo más de cuatrocientos mil ejemplares, y su prestigiosa escuela de arte.

Vista de la Abadía de MaredsousDuvel Moortgat

Y a nivel gastronómico, aunque lo que más asociamos a Maredsous es el nombre de una cerveza, dentro de los límites de la abadía lo más reseñable es la producción de su famosísimo queso. Un queso cremoso, en forma de barra y de corteza naranja, que se elabora con leche de vaca y que tradicionalmente se dejaba madurar durante varias semanas en las cuevas subterráneas de la abadía. Aunque desde hace algunos años, este queso también se produce a nivel industrial por la multinacional francesa Bel, en Maredsous siguen produciendo ciertas variedades que además podemos degustar en la cafetería de la abadía.

Como todas las abadías benedictinas, Maredsous también había hecho sus pinitos en el mundo de la cerveza, sobre todo de la mano del Padre Atout, un antiguo miembro de la comunidad. Pero no fue hasta el año 1963 que la marca emergió como tal, cuando una de las cerveceras más importantes del país con una larga tradición detrás, Brouwerij Duvel Moortgat, responsable de la fabricación, entre otras, de las prestigiosas marcas Duvel, Achouffe, Liefmanns o De Koninck, adquirió los derechos de la producción de cerveza bajo el nombre de Maredsous, introduciendo así una línea de cervezas de abadía de la que carecía hasta entonces.

Llegados a este punto cabría recordar que una cerveza de abadía no es una cerveza trapista, sino que simplemente ha sido producida alguna vez en su historia por monjes aunque ahora se elabore en una cervecería sin ningún tipo de conexión religiosa. En cambio, una cerveza trapista debe producirse dentro de los límites de una abadía, bajo la supervisión de unos monjes y destinar todos sus beneficios al mantenimiento de esa comunidad religiosa y a fines solidarios.

Y aunque las cervezas Maredsous no se elaboran en la abadía que les da nombre, cuenta la leyenda que Duvel sigue empleando las recetas originales del Padre Atout, y parte de los ingresos obtenidos por la comercialización de esta gama se destinan a obras de caridad, intentando preservar el espíritu benedictino.

Maredsous Tripel, cerveza de abadía nec plus ultra

A día de hoy son tres las referencias que componen esta línea, la Maredsous Blonde, una tradicional cerveza rubia belga de 6 % que los monjes aún beben durante las comidas; la Maredsous Bruin, una cerveza más oscura de 8 % que originalmente se elaboraba sólo por Navidad, pero que ahora se ha convertido en todo un clásico; y la Maredsous Tripel, la joya de la corona de la marca en la que nos vamos a detener.

Primer plano de la etiqueta de Maredsous TripelDuvel Moortgat

Antes de nada, hay que decir que la Maredsous Tripel es una cerveza especial, para ocasiones especiales, una cerveza festiva como la definen sus propios creadores, que no dudan en describirla con la locución latina nec plus ultra, es decir, es lo máximo, lo más grande, no hay nada más allá de esta esta cerveza.

No seremos nosotros los que confirmemos ni desmintamos tal afirmación aunque, sin duda, se trata de una cerveza extraordinaria. Como bien indica su nombre, se trata de una cerveza de abadía tripel, es decir, de gran contenido alcohólico, en torno al 10 %, una cerveza rubia tirando a color ámbar, debido al uso de maltas ligeramente caramelizadas, que destaca tanto por su sabor como color intenso, además de una espuma blanca y persistente.

Es una cerveza compleja, llena de aromas afrutados, con toques de plátano y naranja, debido principalmente a la levadura empleada en la fermentación, además de notas ligeramente picantes, sin olvidarnos de matices que nos recuerdan a las pasas y otros frutos secos. Esos toques afrutados y dulzones no logran enmascarar del todo un final algo amargo cifrado en unos 20 IBUs.

Catando una Maredsous Triple con queso autóctonoDuvel Moortgat

Además, se trata de una cerveza con segunda fermentación en botella que se consigue con la adición de azúcares y más levadura. Se recomienda su consumo a una temperatura de entre 6 y 10 ºC, y obviamente servida en la típica copa de cáliz que ayuda a resaltar todos los sabores y aromas de este tipo de cerveza.

Obviamente, su alto contenido alcohólico se nota en cada trago, convirtiéndose en una cerveza que calienta el cuerpo, y que resulta ideal para tomar como cerveza de postre, acompañando por ejemplo una tarta tatín con la que marida a la perfección, aunque no es descartable degustar una Tripel en compañía de carnes y verduras a la brasa o, cómo no, de una tabla de quesos Maredsous.