Tampa es una ciudad del estado de Florida muy conocida entre los aficionados al deporte profesional estadounidense con representación en tres de las grandes ligas norteamericanas: la NHL con los Tampa Bay Lightning, la MLB con los Tampa Bay Ray y, por supuesto, la NFL con los Tampa Bay Buccaneers, flamantes campeones de la Super Bowl LV de la mano de un estelar Tom Brady, una de las pocas franquicias en no perder una Super Bowl hasta la fecha y la primera en ganarla en su propio estadio.
Pero más allá del deporte, la ciudad tiene una rica historia, en gran medida relacionada con el mundo de las artes y la cultura, pero también una tradición poco conocida por la gran mayoría: la fabricación de cigarros puros. Todo comenzó a finales del siglo XIX cuando se instaló en el ahora histórico distrito de Ybor City la primera fábrica de puros. A lo largo de las siguientes décadas la fabricación de puros liados a mano se convirtió en la industria principal de este barrio mayoritariamente habitado por inmigrantes españoles y cubanos y el mayor motor de la economía de toda la ciudad, mereciendo el apodo de Cigar City -la ciudad de los puros-.
Más de un siglo después, Joey Redner rescató este término para bautizar a su proyecto cervecero personal: Cigar City Brewing. Joey había vivido toda su vida en Tampa y había trabajado en el departamento de ventas de otra cervecería, pero ahora quería mostrar al mundo a través de sus cervezas toda la historia, cultura y gastronomía de su ciudad de nacimiento.
Para ello eligió una ubicación en Spruce Street, una de las avenidas más céntricas de la ciudad, comenzó a desarrollar el espacio que sería el futuro hogar de Cigar City y contrató al maestro cervecero Wayne Wambles, nativo de Alabama y ya con casi dos décadas de experiencia en el sector. En 2009 (dos años después del nacimiento de la marca) elaboraron su primer lote de cerveza comercial: la Moreno Brown Ale.
Desde entonces el crecimiento de la cervecería ha sido estratosférico. Desde los 1.000 barriles de cerveza comercializados en 2009 hasta los 170.000 barriles que se distribuyen en 40 estados hoy en día, siguiendo el mismo procedimiento manual de entonces, sin ningún tipo de proceso automatizado u ordenador en toda la cadena de producción. Una evolución que ha visto nacer alrededor de 6.000 referencias bajo la marca Cigar City desde su concepción.
Jai Alai IPA, del frontón a la copa
Y aunque hayan sido años tan fértiles, no nos cuesta demasiado destacar una sola de las muchas referencias exitosas de Cigar City Brewing. Sin ninguna duda elegimos su Jai Alai, el buque insignia de la compañía y el verdadero motor que mueve la cervecera, pues su producción supone más del 55% del total de la empresa. Hablamos de una American IPA, bastante subida de graduación alcohólica, con un 7,5% que le lleva al límite difuso entre una India Pale Ale estándar y una Imperial IPA.
Su nombre se debe al deporte de pelota de origen vasco comúnmente conocido como cesta punta y cuya traducción significa fiesta alegre. Este deporte no sólo se juega en el norte de España sino que también llegó a popularizarse en Estados Unidos, concretamente en Florida, donde las apuestas relacionadas con sus partidas se convirtieron en una alternativa sólida a las carreras de caballos y galgos. De hecho, el nombre anterior del Casino de Miami fue el Miami Jai-Alai Fronton, lugar que tiene el honor de ostentar el récord de asistencia de público a un partido de jai alai que data de 1975.
Como no podía ser de otra manera, el jai alai también se extendió por Tampa alcanzando su pico de popularidad en los años 80, aunque lamentablemente el frontón oficial de la ciudad cerró a finales de los años 90. Pese a ello, Cigar City decidió rescatar del olvido el nombre de este deporte bautizando así su cerveza más icónica y rindiendo así tributo también a los deportistas y aficionados que aún luchan por mantener viva esta disciplina.
Como decíamos unas líneas más arriba, esta cerveza es una IPA elaborada con lúpulos americanos, concretamente cinco variedades diferentes (Amarillo, Simcoe, Cascade, Centennial y CTZ), además del lúpulo neozelandés Motueka, que le aportan interesantes aromas a frutas tropicales y cítricas como la cáscara de naranja, la mandarina o la clementina. Por supuesto, que no falta amargor aunque el protagonismo se lo lleve los aromas afrutados y el sabor del lúpulo.
De hecho, cuenta con 65 IBUs aunque se trata de una cerveza perfectamente equilibrada gracias a las maltas caramelizadas que contrarrestan ese amargor moderado, y hacen que la Jai Alai IPA sea extremadamente fácil de beber, a pesar de su graduación alcohólica más que respetable. En definitiva, todo un clásico de la escena craft norteamericana que marida a la perfección con cualquier plato típico de la cocina cubana tan arraigada en la cultura de Tampa.
