Si preguntáramos por la microcervecería española que más está sorprendiendo en este 2020, DosKiwis Brewing seguramente aparecería en todas las quinielas gracias a sus cervezas modernas y accesibles. Eso sí, su historia no es la habitual en el mundillo de la cerveza artesanal. No estamos refiriéndonos a los típicos homebrewers que tras años de fabricación casera como hobby deciden convertir su afición en profesión, sino que hablamos de dos reputados profesionales del sector de la moda que decidieron dejar atrás los desfiles y los viajes glamurosos para retirarse al pequeño pueblo catalán de Rupià y fabricar cerveza craft.
Los alma mater del proyecto son Judit Piñol, modelo internacional, y Michael Jones, peluquero de moda, que se conocieron en Londres hace diez años. Ella, gerundense de nacimiento, y él, de origen neozelandés, quisieron dar un vuelco significativo a sus vidas. Animados por otros amigos que ya habían hecho sus pinitos en el sector de la cerveza, decidieron instalarse en el Baix Empordà, cambiando las pasarelas por un antiguo pajar de los años 70 que ya en la década de los 80 había sido acondicionado como tienda de muebles.
Ese pajar pronto se convirtió en el primer hogar de DosKiwis Brewing, desde donde fabrican sus numerosas referencias y ofrecen al público la posibilidad de probarlas en el taproom anexo. Un lugar rodeado de naturaleza, donde además de degustar las delicias fabricadas por Judit y Michael, cuenta con un espacio llamado El Container, un barracón a modo de foodtruck sin ruedas que ofrece a todos los visitantes la posibilidad de probar platos elaborados con productos locales y de temporada para maridar con las cervezas.
Volviendo a Judit y Michael, es obvio pensar que su pasión por el mundo de la cerveza tampoco es fruto de un día. Hace unos años ayudaron a unos amigos a montar su propia cervecería en Australia y ahí pudieron contemplar el fantástico ambiente que rodea al mundo craft. Un poco de experimentación con un kit de fabricación casera y sus ganas de volver a lo básico, a lo sencillo y a lo rural, hicieron el resto para que abandonaran la gran ciudad y se establecieran en esta pequeña localidad gerundense.
El nombre escogido es una clara referencia al origen de Michael y al hecho de que Judit se siente como una neozelandesa más tras tantos años de convivencia. El término kiwi se usa como gentilicio de los habitantes de Nueva Zelanda debido al pájaro endémico de este país que recibe el mismo nombre, por lo que el apelativo DosKiwis surgió de manera casi natural sin pensarlo demasiado.
Una hazy pale ale que une lo mejor del lúpulo australiano y neozelandés
Para la inauguración de su fábrica, que reacondicionaron a lo largo de 2018, elaboraron tres lotes de cerveza, siendo la primera de ellas la que os presentamos hoy, su ANZAC Spirit. Para quien no lo sepa, ANZAC es el acrónimo de Australian and New Zealand Army Corps, el ejército conjunto de Australia y Nueva Zelanda que tiene su origen en 1914 cuando se formó para combatir en la batalla de Galípoli que tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial en la península turca del mismo nombre.
Una contienda sangrienta que perduró más de un año y que enfrentó a las fuerzas aliadas contra las otomanas por el control de un enclave estratégico para el devenir de la guerra que supuso cientos de miles de bajas, aunque siempre será recordado en ambos países como un momento importante en el que se forjó la identidad nacional tanto de Australia como de Nueva Zelanda.
Pero no estamos aquí para dar lecciones de historia, sino para hablar de la ANZAC Spirit, cuyo nombre rememora precisamente ese espíritu marcado por los valores del sacrificio y de la camaradería. Y para ello reúne en la misma cerveza lo mejor del lúpulo australiano, Galaxy, y neozelandés, Motueka, para crear una hazy pale ale seca y ligera, que destaca por la turbidez aportada por el trigo y los copos de avena empleados durante su elaboración (además de maltas inglesas), precisamente dos de los ingredientes principales de las famosas galletas ANZAC, muy populares en nuestras antípodas.
Además de su aspecto turbio, también cabe resaltar su color amarillo intenso, su fuerte aroma a lúpulo y su escaso amargor, pues precisamente el lúpulo se ha añadido durante fases aromatizantes y no para incrementar los IBUs de la cerveza. Se percibe una sensación de plenitud en boca, y entre sus aromas encontramos toques cítricos a pomelo y frutales que nos recuerdan a la fruta de la pasión.
Con una graduación alcohólica que ronda el 5,8%, la ANZAC Spirit es un excelente ejemplo del tipo de cerveza que pretende fabricar DosKiwis, innovadora y accesible para todos los públicos, que además cuenta con un etiquetado muy llamativo a cargo de la artista Helena Lyons que nos muestra en su ya clásica lata de 44 cl un paisaje onírico con elementos de Nueva Zelanda y Australia superpuestos en forma de collage.
