Ta Kumi, el encuentro más palpable entre Japón y el Mediterráneo

Hace más de un lustro, en marzo del 2011, echó a andar en Marbella el restaurante japonés Ta Kumi. Que un asiático levantase la persiana en la insigne ciudad malagueña, junto a su paseo marítimo y en una de las zonas más concurridas por turistas no era ninguna noticia, pero sí que su propuesta fuese tan sólida desde el principio. Apostando desde el minuto uno por la calidad, la materia prima y la excelencia de su concepto, una fusión entre la gastronomía japonesa y la mediterránea.

Álvaro Arbeloa, gaditano de nacimiento y malagueño de adopción, y Toshio Tsutsui, japonés, son los creadores del espacio y los dos chefs al frente de su cocina.

Fotografía cortesía del restaurante Ta Kumi

El primero se formó en la misma Marbella, primero en su escuela de hostelería y más tarde a través de las cocinas de hoteles como el Bellamar o el Kempiski. Cuando concluyó su formación e hizo acopio de un buen número de experiencias, el joven cocinero andaluz se trasladó a China, a la ciudad de Shanghai, y allí abrió un restaurante de cocina española. Era 2001 y ese sería el momento en el que descubriría la cocina asiática y más concretamente la japonesa de la mano de varios chefs nipones expertos en su tradicionalismo. Aunque no la llegase a practicar para su negocio, su estilo, sus formas, sus técnicas calaron en él.

Fotografía cortesía del restaurante Ta Kumi

Con la experiencia asiática dada por finalizada, Álvaro Arbeloa se trasladó a Uruguay, donde trabajó como chef ejecutivo en un reconocido resort de Punta del Este, más tarde volvió a España instalándose en Mallorca y allí, en su trabajo en otro hotel, coincidió con Toshio Tsutsui. Él, chef japonés, aprendió los fundamentos de la cocina nipona en el restaurante de su padre, tuvo el suyo propio en Los Ángeles, durante ocho años, y tras haber conocido al español una vez trasladado a Mallorca supo que quería poner en pie Ta Kumi.

Fotografía cortesía del restaurante Ta Kumi

Porque en este espacio, en el que también participan las esposas de ambos, se produce esa fusión de cocinas de una forma profunda, palpable y tangible. Ese encuentro cultural y gastronómico entre lo japonés y lo mediterráneo. Esa unión a través de cuatro manos, dos de aquí y dos de allá, trabajando al unísono y refrendando el significado de su nombre, takumi, ‘artesano’ en nuestro idioma.

Fotografía cortesía del restaurante Ta Kumi

De su propuesta destacan platos como los rollos, con el solicitadísimo California clásico como abanderado, los sashimis de pescados blancos, los excelentes nigiris, siendo especialmente memorables los de toro o el de gamba dulce de Motril con caviar, así como el teppanyaki de lubina o el atún con marinada de miso, wakame y tobiko. Es reseñable igualmente su presentación, creativa sin caer en excesos, y su selección de sakes, perfectamente pensada para acompasar con gran precisión cada una de las elaboraciones presentes en la carta o el menú degustación que se ofrece.