Cómo quitar el amargor de las berenjenas y que estén perfectas

Berenjenas frescas en un puesto del mercado
Nutritivas, ricas e ideales para toda la familia, las berenjenas nos encantan. Eso no quita que a veces estén amargas y se nos quiten las ganas de comerlas. Con este truco, quitaremos el amargor a las berenjenas.
Por Marina Blanco
15 de marzo de 2024

Unas de nuestras hortalizas favoritas son las berenjenas. Disponibles en el mercado todo el año, además de económicas son tan versátiles que podemos prepararlas de un sinfín de maneras diferentes para no cansarnos nunca. Berenjenas rellenas de carne picada, asadas al horno o cocinadas en forma de berenjenas a la parmesana al estilo italiano, son siempre una buena opción tanto para el almuerzo como para la cena. Lo único malo que tienen y que no es muy agradable es el amargor que a veces las caracteriza. Para evitarlo, te proponemos aplicar este sencillo truco de cocina de toda la vida.

Esta hortaliza contiene una sustancia natural llamada solanina, un compuesto alcaloide que le confiere ese sabor amargo. Cuanto más madura esté la berenjena, más concentración de alcaloide tendrá, y por tanto más amargo será su sabor. Partiendo de esa base, si queremos evitar que nuestras berenjenas estén más amargas de lo habitual tendremos que empezar por consumirlas antes de que estén demasiado maduras.

Berenjenas rellenas de carne picadaSofía de la Torre

¿Cómo eliminar el amargor de las berenjenas?

Eliminar el amargor de las berenjenas es fundamental para disfrutarlas en cualquiera de las recetas con berenjena que queramos preparar, y lo mejor es que tenemos la técnica infalible para conseguirlo. Lo primero que haremos será pelarlas (en caso de que la receta lo requiera) y cortarlas según vayamos a necesitarlas. Después las colocaremos en un recipiente amplio, espolvorearemos sal y removeremos las berenjenas para que queden bien impregnadas por todos lados.

Las dejaremos reposar 30 minutos para que la sal extraiga el jugo ayudando a eliminar la solanina y contrarrestando así su amargor. Por último, tendremos que enjuagarlas con abundante agua para retirar los restos de sal y las secaremos con papel de cocina absorbente antes de cocinarlas según las indicaciones de la receta que tengamos entre manos.