Adiós a los dedos quemados: la técnica perfecta para sacar los huevos cocidos del agua

5 huevos con cáscara cociéndose con agua en el interior de una olla
Canva
Los huevos duros son una opción saludable que nos da la posibilidad de preparar muchas recetas diferentes. Además, se cuecen muy rápidamente y casi que se hacen solos, aunque es una faena cuando tocas sacarlos del agua caliente.
Por Sonia Dorado
15 de abril de 2024

Si hay un ingrediente versátil y nutritivo en la cocina son los huevos sin duda. Desde recetas saladas como los huevos Benedict hasta recetas dulces como un delicioso flan de huevo, son indispensables en nuestra despensa porque nos permiten cocinar mil y una recetas diferentes con ellos como protagonistas. Además, hay diferentes formas de cocinarlos: fritos, revueltos, en tortilla, en la freidora de aire, escalfados y nuestros favoritos, los huevos cocidos.

Con los huevos duros las posibilidades en la cocina son infinitas. Se pueden agregar a ensaladas, sándwiches, cremas, picoteos e incluso aperitivos. Además, son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales, lo que los convierte en una opción saludable para cualquier dieta equilibrada. El único inconveniente es que te sueles quemar los dedos al sacarlos del agua una vez se han cocido. ¿Una solución? A continuación.

Un plato blanco con varias mitades de huevos durosCanva

Cómo sacar los huevos cocidos del agua fácilmente sin quemarte

Cocinar huevos duros es bastante fácil. Bastaría con colocarlos en una cacerola con agua fría y llevarla a ebullición. Una vez que el agua esté hirviendo se baja el fuego y se dejan cocinando durante 9-12 minutos (este tiempo variará dependiendo del tamaño de los huevos y de cómo te guste la yema). Pasados los minutos se apaga el fuego y llega al momento más temido: sacar los huevos cocidos del agua caliente sin achicharrarte los dedos.

Existe una forma de hacerlo muy sencilla. La solución la tienes en un utensilio de cocina que usas para montar nata o batir claras al punto de nieve, el batidor manual de varillas. Sería tan fácil como, aún con los huevos dentro del agua caliente, ir metiendo, uno a uno, en el hueco vacío entre las varillas del batidor. El huevo quedará perfectamente encajado en este hueco y, cuando levantes el batidor para sacarlo del agua, saldrá con él y sin tener que quemarte los dedos innecesariamente.