El truco viral para pelar el mango fácilmente con un vaso

Dos mangos sobre una tabla de madera, uno cortado por la mitad y otro entero
Canva
El mango es una fruta tropical de lo más espectacular y casa muy bien tanto en recetas dulces como saladas, aunque todo hay que decirlo: pelarlo es un trabajo laborioso. Esta solución viral te facilitará las cosas.
Por Sonia Dorado
28 de marzo de 2024

Originario de la región del sur de Asia, especialmente de la India y Birmania, el mango es una fruta tropical exquisita y jugosa cuyo sabor entre ácido y dulce es una delicia para el paladar. Otro punto muy positivo del mango es su versatilidad en la cocina, su sabor tropical agrega un toque exótico a cualquier receta, lo que nos permite comerlo fresco, añadirlo como ingrediente en ensaladas, en forma de batido de mango, como una deliciosa tarta de mango, en salsas, como mermelada, como helado...

Eso sí, no importa la forma en la que lo consumas, todas tienen algo en común: hay que pelarlo. Seguro que tienes una lucha infernal cada vez que toca pelar uno: no sabes cómo sujetarlo o por dónde meter el cuchillo para no ponerte todas las manos pringadas. ¿Cómo te quedarías si te dijéramos que la solución la tienes usando un vaso?

Helado de mangoSonia Mas

Cómo pelar un mango usando un vaso

El mango puede ser muy delicioso y jugoso, no haría ni falta añadirlo a otros platos, pelándolo y cortándolo a trozos ya está irresistiblemente bueno y no necesita nada más, pero se nos quitan las ganas de comerlo pensando en la que tenemos que liar para pelarlo. Para evitarte este mal trago y que puedas pelar tu mango rápidamente y sin ensuciarte las manos, te vamos a contar el truco que se está haciendo viral por internet.

Para pelar un mango sin apenas ensuciarte las manos antes de ponerte a preparar tus recetas con mango favoritas vas a necesitar un cuchillo afilado y un vaso de cristal. En primer lugar debes poner el mango sobre la tabla de cortar apoyado en su parte más plana para que no se resbale y cortar uno de sus laterales ovalados, dejando su rabito en el centro.

A continuación, divide este lateral ovalado en tres gajos iguales. Coge un vaso de cristal que sea resistente y pon uno de los gajos del mango recién has cortado en su borde, con la pulpa hacia dentro y la piel hacia fuera. Ve empujando el gajo hacia abajo, verás cómo la piel se desliza y sale poco a poco con suavidad y sin esfuerzo. Lo mejor es que todos los gajos irán cayendo dentro del vaso ya pelados.