Fingers de pollo, aros de cebolla, croquetas de jamón caseras, bacalao rebozado y un listado que no tiene fin. Las frituras, con su exterior dorado y crujiente, cautivan todos los paladares. Para conseguir esta textura que caracteriza a los alimentos fritos deben ir empanados o rebozados y ser sumergidos en aceite o grasa a alta temperatura para un cocinado uniforme, crujiente y perfecto.
Sabemos que las frituras se deben consumir con moderación. Aunque cuando las preparamos, si nos han sobrado, la verdad sea dicha, también nos gusta disfrutar de su sabor y textura crujiente al día siguiente. Pero para que parezcan como recién salidas de la freidora ni calentarlas en el microondas ni en el horno sirve porque, o se quedan muy blandas, o gastamos mucha luz. ¿La solución para que queden con la textura perfecta? Aquí te la contamos.
Cómo conservar la textura crujiente de los fritos al recalentarlos
El microondas tendrá muchísimos usos útiles, de hecho nos hemos acostumbrado a usarlo tanto en la cocina que no podríamos vivir sin él. Pero seamos sinceros, recalentar fritos no es lo suyo. Los deja tan blandos y con una textura tan poco agradable para el paladar que preferimos comernos esos nuggets o esas croquetas del día anterior fríos.
Y el horno tampoco sirve. Bien es cierto que hornear la fritura sería una buena opción para que recuperen su textura crujiente, pero mientras esperamos a que se caliente el horno y luego a que se hagan las sobras se nos han quitado las ganas de comerlas. Además, con el precio tan alto de la luz tampoco apetece mucho hacer un gasto energético extra. Y sin necesidad, porque existe otra forma mucho más rápida y con un resultado de recién hecho de otro mundo.
Para ello, te recomendamos que uses una sartén antiadherente. Bastaría con pincelar su superficie con un poco de aceite de oliva virgen extra y colocar sobre ella tus frituras. De esta forma, la croqueta, el nugget o el alimento frito que quieras recalentar se calentará homogéneamente, sin sufrir un sobrecalentamiento rápido, como ocurriría en el interior del microondas, que es lo que produce que se ablanden. Eso sí, deberías tener en cuenta algunos detalles, como hacerlo a fuego suave o que alcance 70 ºC de temperatura como mucho para que la fritura no se altere y pueda recuperar su toque crujiente sin quemarse.
