Sori Winter Gorilla, una Baltic Porter seria para gente no tan seria

Botella de Sori Winter Gorilla con muro de ladrillo de fondo
Sori Brewing Company
Sori Brewing es una microcervecería estonia de origen finlandés creada por Pyry y Heiki a través de una campaña de crowdfunding sin precedentes en el mundo de la cerveza artesana. Su Winter Gorilla es una Baltic Porter madurada en barrica de roble con Cointreau, ideal para los meses más fríos del año.
Por Antony Peel
18 de septiembre de 2020
Cervezas artesanas

Apenas 250 km es la distancia que separa las ciudades de Tampere y Tallin. La primera, una de las urbes más importantes de Finlandia, conocida como la capital mundial de la sauna; la segunda, el puerto más bullicioso y la capital de la república báltica de Estonia, posiblemente el país con la sociedad digital más avanzada del mundo. Y ese es precisamente el mismo trayecto que completaron Pyry Hurula y Heiki Uotila para fundar Sori Brewing, una joven pareja de entusiastas cerveceros fineses que decidieron que ese era el camino a tomar para lograr tener cierto impacto en el panorama artesanal nórdico.

Pyry, empleado de una importante empresa energética finesa (Helen), y Heiki, trabajador en una conocida tienda online de moda femenina (Zalando), se conocieron en una sociedad académica cervecera (BOSA), lugar de encuentro habitual de amantes del craft y homebrewers por igual. Pronto hicieron buenas migas y decidieron embarcarse en un proyecto conjunto en el barrio de Sori en Tampere. Pero su creatividad se veía cohibida por las estrictas políticas finesas respecto al alcohol que pone trabas a la comercialización de cualquier bebida con una graduación superior al 4,7%. Como ellos mismos explican, eran como pintores que solo podían pintar en blanco y negro.

Así que tomaron la siempre difícil decisión de abandonar su Finlandia natal para trasladarse a Tallin y montar ahí Sori Brewing, un nombre que rinde homenaje al lugar donde comenzó todo y también una disculpa pues sori también significa lo siento en finés, una pequeña forma de pedir perdón a todas esas cerveceras industriales a las que iban a poner en aprietos con su presencia. Y lo hicieron a lo grande, con una campaña masiva de crowdfunding sin precedentes con la que lograron reunir un millón de euros de manera independiente, sin la intermediación de ninguna plataforma.

Con esos fondos, establecieron su fábrica en la tercera planta de una antigua factoría de la era soviética ya con Pyry como líder de estrategia y jefe creativo y Heiki gestionado la producción y planificación, habiendo entregado el mando de los fogones a los head brewers Timeon McDowell y Rob Campbell. Todo ello con la idea de aportar sus ideas nórdicas a un proceso de fabricación belgo-americano para producir cervezas poco convencionales, para nada aburridas y algo alejadas de los estándares convencionales. Como ellos mismos se definen, cervezas serias para gente no tan seria.

Winter Gorilla, una cerveza negra madurada en roble con Cointreau

Botella de Sori Winter Gorilla embebida en la nieveSori Brewing Company

Y un perfecto ejemplo de las cervezas tan poco ortodoxas fabricadas por los chicos de Sori es esta Winter Gorilla que os traemos hoy, una cerveza no apta para todos los paladares ni tampoco para todas las épocas del año. Como bien indica su nombre, es una birra fuerte, robusta y oscura que sólo se comercializa en invierno pues es de esas cervezas que calientan por dentro, sobre todo si se toma a su temperatura de servicio recomendado de entre 12 y 15ºC.

Se trata de una Baltic Porter, un estilo que se caracteriza por su alto contenido alcohólico, su dulzor, robustez y color negro intenso, una evolución de la porter británica originada en el siglo XVIII en países como Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Rusia y Suecia y que ahora está viviendo una segunda juventud con el boom de la cerveza artesana comenzado en los años 80 del siglo pasado.

Esta en concreto tiene una graduación alcohólica del 7% y un amargor medio de unos 40 IBUs. Es una cerveza totalmente opaca con una carbonatación media, cuerpo aceitoso y una fina espuma de color beige que desaparece rápidamente. En ella se perciben aromas a regaliz, café, caramelo y otros torrefactos, además de un ligero toque a vainilla y naranja por el hecho de estar envejecido en barricas de roble con Cointreau.

Esos mismos matices de naranja y vainilla se perciben en boca, además del dulzor característico del estilo, con reminiscencias a frutos rojos, café y caramelo de nuevo, para terminar con un final seco y amargo. En definitiva, una cerveza ideal para entrar en calor en un frío invierno báltico o como postre para una copiosa comida navideña. Una suerte que esta pareja de fineses decidiera emigrar a Estonia para poder fabricar libremente brebajes de este estilo, que de otro modo nos habría sido mucho más complicado de catar.

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