Ofelia es un personaje de Hamlet, la tragedia del dramaturgo William Shakespeare, de alma pura, sin compromisos, amante del propio Hamlet y enemiga de los mundos grises y corruptos. Ella es una figura trágica diferente y es también el nombre de una cervecera artesana italiana, Ofelia.
La historia de esta microcervecería dio comienzo en un viaje a Bélgica hace ocho años, en 2007, cuando Andrea Signorini y Lisa Freschi conocieron la cervecera De Ranke de primera mano y aquello interrumpió sus vidas. Saber cómo se elaboraban, ver cómo se creaban, degustar el resultado hizo saltar una chispa en ellos y la vida del primero como economista y la de ella como chef dieron un giro de ciento ochenta grados.
Él, que traía consigo cierta afición a las bebidas, en especial al vino, se puso a los mandos de la pura y dura elaboración de las cervezas como maestreo cervecero; ella, cocinera y sabedora del proceso que hay que seguir para crear una buena receta, sea de lo que sea, conocedora de la importancia de las materias primas y además, experta comunicadora, se hizo responsable de los ingredientes, musa de las birras y comercializadora de las mismas como factótum. Al tándem le esperaba el éxito.
Sus cervezas, poco a poco en sus pequeñas instalaciones, empezaban a tomar forma. Reinterpretaciones de estilos tradicionales a su modo de ver. Un enfoque que resulta familiar y es totalmente personal, son referencias que cuentan historias, sabores invitados como perfecto aliado, dosis de equilibro, presencia pura, suma pureza sin compromiso, como la que tenía Ofelia.
Así son la The Dark Side of Daison, la Cucur Bitter, la Beergamotta, la Piazza delle Erbe, la Canciller, la Diversamente Bionda, la Uill iu bai y la Amitabh, así son las cervezas artesanas italianas Ofelia.
