A veces, por ir con prisas, o por falta de información, usamos las verduras en nuestras recetas sin lavarlas previamente. Esto suele pasar mucho con el brócoli, pensamos que dentro de sus arbolitos verdes no hay nada de lo que preocuparnos. Y sí que lo hay. El brócoli, como cualquier otra verdura, durante su cultivo y cosecha puede acumular restos de tierra, insectos y otros contaminantes que se quedan escondidos entre sus floretes, hojas y ramas. Por eso, es fundamental lavarlo antes de consumirlo.
Pero para lavar el brócoli correctamente no se usa solo agua, es necesario mezclarla con otro ingrediente natural muy conocido por su gran poder desinfectante. A continuación, te desvelamos cuál es ese ingrediente secreto y cómo debes usarlo para lavar el brócoli.
Cómo lavar el brócoli correctamente con este ingrediente
Lavar el brócoli es fundamental para su posterior consumo. Esta técnica es muy sencilla de realizar, y lo mejor de todo: es efectiva y económica, solo vas a necesitar un ingrediente natural que probablemente tengas por casa, el vinagre blanco.
El primer paso para asegurarte el éxito de esta técnica tienes que llevarlo a cabo en el supermercado o tienda de alimentos donde vayas a comprar el brócoli. Asegúrate de elegir una pieza que esté en buen estado, que deslumbre un verde brillante y no tenga ni partes dañadas ni decoloradas. A continuación, una vez ya en casa, tienes que coger un recipiente y mezclar en su interior 3 tazas de agua con 1 taza de vinagre blanco. Remueve bien y añade a la mezcla resultante el brócoli.
Para aprovechar, al cien por cien, todas las propiedades desinfectantes del vinagre blanco, lo ideal es que dejes el brócoli en remojo en ese agua al menos 20 minutos. Pasado este tiempo, saca el brócoli y enjuágalo muy bien con agua limpia y fría, por ejemplo, colocándolo debajo del grifo del fregadero. Para asegurarte de que se eliminan todos los restos del vinagre, puedes usar un colador. Por último, cuando tengas el brócoli bien enjuagado, solo tendrás que esperar a que se seque al aire o pasarle un paño seco. Y listo para usarlo en tu receta favorita.