Cómo recalentar la pizza sin horno para que parezca recién hecha

Mano cogiendo un trozo de pizza con queso derretido
Quin Engle
Pedir pizza para cenar y comer al día siguiente las sobras, incluso en el desayuno, es una práctica que se realiza con bastante frecuencia. Pero si al recalentarla se te queda blanda, sigue este truco para devolverle su textura crujiente.
Por Sonia Dorado
20 de febrero de 2024

Masa plana hecha con harina, agua y sal y acompañada de salsa de tomate, queso mozzarella y tantos ingredientes como desees o tengas a mano, esa es la receta más tradicional de la pizza. Aunque existen varias teorías sobre su origen, la pizza moderna, como la entendemos hoy en día, con ingredientes sobre la base de tomate, nació en las calles de Nápoles a mediados de 1858 y empezó a consumirse como sustento básico de pobres y trabajadores. Los ingredientes que se ponían sobre su base, revelaban las mejores cosechas del año y el nivel adquisitivo de cada localidad.

Margarita, napolitana o la más polémica, la hawaiana. Hoy en día, no hay límites a la hora de añadir ingredientes a la base de la pizza. Su consumo se ha vuelto tan popular, que nunca faltan en los congeladores de los supermercados. Además, es una comida rápida muy recurrente, con un par de toques en tu móvil te la llevan a casa. Otra situación que también es muy recurrente es comernos los trozos que nos han sobrado al día siguiente. Pero cuando lo haces, ¿disfrutas de tu pizza de la misma manera? Seguro que, por no encender el horno, te la comes blanda y fría. Con este truco podrás disfrutar de tu pizza de la noche anterior como si estuviera recién hecha, crujiente y sabrosa. Y lo mejor: sin necesidad de encender el horno.

Pizza margarita hecha en casaSofía de la Torre

El truco definitivo para calentar las sobras de pizza sin horno

No, no te vamos a pedir que calientes las sobras de pizza en el microondas. Aunque este pequeño electrodoméstico tenga muchísimas utilidades culinarias, precisamente con la pizza fría no funciona, ya que nos daría el resultado contrario: una masa sin sabor y blanda. Lo ideal para devolverle la textura crujiente a ese trozo de pizza de la noche anterior es hacerlo usando una sartén, una tapadera y una placa de cocina.

Sería tan sencillo como colocar la sartén en la placa de cocina y precalentarla a fuego medio. Cuando ya esté caliente, pon sobre su superficie los trozos de pizza fríos y cierra con la tapadera. Cuando veas que el queso empieza a derretirse, abre la tapa y añade unas cuantas gotas de agua en uno de los laterales de la sartén. Vuelve a tapar. De esta forma, se creará vapor en su interior y, pasados unos tres o cuatro minutos, tus trozos de pizza estarán crujientes y con textura de recién hechos.