Cómo aprovechar las pieles de tomate en la cocina

Tomates enteros con piel
Descubre cómo dar una segunda vida a las pieles de tomate transformándolas en un nuevo ingrediente para aprovecharlo en diferentes recetas a las que dar un toque único y singular.
Por Marina Blanco
13 de marzo de 2024

Los tomates son uno de los ingredientes básicos de nuestra cocina, y es que desde que los trajeron de América se han convertido en fundamentales de nuestra dieta. Para muchas recetas podemos utilizar los tomates enteros, incluso con la piel, pero para muchas otras necesitaremos únicamente la pulpa de los tomates y desechamos la piel.

Te presentamos una manera de poder reutilizar las pieles de tomate en la cocina: aplicando una sencilla técnica obtendremos un nuevo ingrediente con el que enriquecer y embellecer multitud de platos.

Aprovecha las pieles de tomate: polvo de tomate

Siempre es buena idea aprovechar los desechos de nuestros ingredientes para transformarlos y poder así sacarles partido en la cocina. En las profesionales aplican esta técnica constantemente y hay mucho menos desperdicio. Utilizaremos el horno para, en pocos minutos, tener el mismo resultado que nos tomaría horas siguiendo el método tradicional de secado al sol. Además de servirnos del horno, necesitaremos un mortero y un tarro de cristal.

Polvo de piel de tomate deshidratada

Seca las pieles

Lo primero será, tras haber pelado los tomates cuidadosamente para no llevarnos nada de pulpa, secar las pieles de tomate. Para ello extiéndelas sobre papel de cocina absorbente sin superponerlas, y cúbrelas con otra lámina de papel. Presiona suavemente para eliminar cualquier resto de humedad.

Tuéstalas en el horno

Una vez secas, coloca las pieles de tomate sobre la bandeja del horno forrada previamente con papel de hornear. Las pieles deben quedar bien extendidas y sin solaparse unas con otras. Precalentado el horno a 150 ºC, deja tostar las pieles durante 15 minutos. Pasado el tiempo, las pieles de tomate se habrán deshidratado y tendrán una textura crujiente.

Tritura las pieles

Para triturar las pieles de tomate, bastará con colocarlas en el mortero para macharlas hasta convertirlas en un polvillo fino. Dependiendo del grosor que nos guste, será necesario molerlas más o menos.

Cómo conservar el polvo de tomate

Antes de conservarlo, si quieres que tenga un poco más de gusto puedes añadir una pizca de sal. La mejor manera de conservar el polvo de tomate es en un tarro de cristal con cierre hermético y colocado en un lugar fresco y seco como la despensa.