Crujientes por fuera y súper tiernos por dentro, los gofres, originarios de Bélgica, son ideales para comerlos con acompañamientos tanto dulces como salados. Aunque lo más habitual sea su versión dulce, quedan fabulosos combinados con ingredientes salados para disfrutarlos en el desayuno o la merienda.
Podemos encontrar gofres precocinados en el supermercado, pero lo mejor sin duda es hacerlos caseros, ya que además de quedar mucho más ricos serán más saludables al no necesitar conservantes ni colorantes. Adelantamos que preparar gofres caseros no es nada complicado si seguimos una buena receta...
¿Por qué los gofres tienen forma de cuadrícula?
Hechos con una masa de harina de trigo, levadura de panadería, leche, huevos, azúcar y mantequilla, los gofres tienen esa forma por las gofreras en las que se cocinan y su diseño con cavidades o hendiduras cuadradas. ¿Y por qué ese diseño?
Aunque la historia exacta del patrón distintivo de los gofres actuales no está fielmente documentada, se cree que esa curiosa forma tiene su origen en Europa durante el medievo, cuando ya se preparaban una especie de hostias destinadas a ofrendas religiosas para el consumo de los fieles precursoras de los gofres. Solían ser redondas y con motivos grabados como blasones o escudos en los hierros que servían como planchas. Con el paso del tiempo, se fue cambiando su diseño hasta adquirir la forma de una rejilla que perdura hasta nuestros días.
El cambio de forma en las planchas para hacer gofres por entonces tiene una explicación culinaria bastante lógica: el nuevo diseño permitía retener mejor la masa y que se expandiera mejor a medida que se cocinaba, creando una superficie mayor con textura crujiente y un interior suave, y aseguraba el cocinado uniforme, además de permitir la mejor retención del almíbar, la mantequilla y otros aderezos posteriores. Además, las primeras obleas religiosas se hacían únicamente con agua y harina. Sin embargo, las primeras recetas de gofres similares a como los conocemos hoy en día ya incorporaban levadura, por lo que la receta se veía favorecida con este diseño.
Con el tiempo, este patrón se popularizó por toda Europa convirtiéndose en una característica distintiva de los gofres y se ha mantenido hasta la actualidad.