El postre de origen andalusí más humilde y más rico para combatir el frio

La poleá es un postre tradicional andaluz de origen andalusí
Sofía de la Torre
Este postre tradicional de Andalucía hunde sus raíces en la historia y en uno de los platos más consumidos entre las clases más humildes, las gachas. Esta versión dulcificada es perfecta para los meses de frío.
Por Héctor Hernández
19 de noviembre de 2023

Hace no muchos años más que de cocina y gastronomía se hablaba de hambre. Eran tiempos de escasez de alimentos, de racionamiento y de subsistencia. Y sin embargo, las clases más humildes eran capaces de hacer postres deliciosos con lo que tenían a mano como este que te presentamos hoy, cuyo origen puede rastrearse hasta la época andalusí y que con el tiempo ha ido evolucionando y convirtiéndose en un postre tradicional especialmente en Andalucía que se toma durante los meses fríos de otoño e invierno.

Te invitamos a hacer en casa la poleá, un postre que puede considerarse como una evolución de las gachas que sirvieron de alimento para tantas personas en tiempos de escasez ahora convertida en un delicioso postres que además se prepara de forma muy fácil.

Un postre de pobres la mar de rico

La receta parte de un roux de aceite de oliva aromatizado con distintos ingredientes al que después se añade leche y un punto de canela. Además, lo habitual es servirlo con costrones de pan o picatostes que también puedes hacer en casa e incluso en freidora de aire para gastar menos aceite y lograr unos costrones más ligeros.

En la receta completa de la poleá disponible tras este enlace te enseñamos también el truco para conseguir el espesor y la textura que estas buscando jugando un poco con la cantidad de leche. La combinación de texturas en cada bocado con la crema por un lado y los costrones crujientes por otro es perfecta.

Gachas dulces o poleáSofía de la Torre

Receta de poleá

Ingredientes

Para la poleá:

  • 40 ml aceite de oliva virgen extra
  • Una cucharada de semillas de anís (matalahúva)
  • La piel de medio limón
  • 50 g harina de trigo
  • Una rama de canela
  • 120 g de azúcar
  • 750 ml de leche
  • Una cucharadita de canela en polvo
  • 20 ml de licor de anís

Para los costrones:

  • 100 g de pan del día anterior
  • 200 ml de aceite de oliva virgen

Paso a paso

  1. Pon 40 ml de aceite de oliva virgen extra en una cacerola baja, añade una cucharada de
  2. semillas de anís y la piel de medio limón sin la parte blanca. Fríe todo a fuego suave 5 minutos.
  3. Retira y deshecha las semillas y la piel de limón. Cuela el aceite y ponlo de nuevo en el cazo.
  4. Añade 50 g de harina de trigo y cocínala a fuego medio hasta que absorba el aceite y adquiere un color ligeramente dorado.
  5. Añade una rama de canela y 120 g de azúcar.
  6. Calienta la leche y viértela en el cazo a fuego medio, poco a poco según se vaya absorbiendo. Elimina los gruimos con unas varillas y cocina a fuego medio sin dejar de remover hasta que empiece a burbujear. En ese momento retira la poleá del fuego.
  7. Quita la rama de canela, añade una cucharadita de canela en polvo y mezcla bien.
  8. Opcionalmente, puedes añadir y mezclar bien 20 ml de licor de anís.
  9. Vierte la poleá en las copas.
  10. Parte 100 g de pan del día anterior en cuadrado y fríelos en una sartén con aceite o bien en una freidora de aire.
  11. Añade los costrones por encima de cada copa y sirve cada copa.