Las galletas de mantequilla caseras son unas pastas muy ricas que se hacen con pocos ingredientes, entre los que predomina el sabor a mantequilla. Suelen servirse para acompañar el café o el té y, aunque las podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado, su versión casera es tan fácil de hacer y el resultado tan bueno que no merece la pena comprarlas. Además, podemos preparar más cantidad de masa y congelarla para así, poder disfrutar de unas galletas de mantequilla caseras en cualquier momento.
En esta receta vamos a explicar cómo se hacen las tradicionales galletas de mantequilla sin ningún utensilio específico, aunque si preferís darles forma con un cortador de galletas, la elaboración sería la misma solo que, en lugar de formar unos rulos para cortar las galletas, según indicamos en el siguiente paso a paso, tendríamos que estirar la masa y sacar formas con el cortador. A continuación, volveríamos a estirar los restos de masa y así hasta terminarla.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 40 minutos (más el tiempo de enfriado)
- Raciones: 6, 30 galletas
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 302
Ingredientes de las galletas de mantequilla
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 75 g de azúcar glas
- 1 pizca de sal
- 1 huevo pequeño
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 200 g de harina de trigo

Cómo hacer galletas de mantequilla
En primer lugar, batimos con unas varillas 100 g de mantequilla a temperatura ambiente con 75 g de azúcar glas y 1 pizca de sal, lo justo hasta que estos ingredientes estén bien mezclados.

A continuación, añadimos a la mezcla anterior 1 huevo pequeño, 1 cucharadita de extracto de vainilla y 200 g de harina de trigo, poco a poco, hasta que todos los ingredientes estén integrados sin batir en exceso.

Dividimos la masa en 2 porciones

Formamos 2 rulos con cada una de las porciones de masa tal y como se muestra en la siguiente imagen, los envolvemos en film de cocina y cerramos los extremos.

Si queremos que queden bien redonditos, los introducimos en un rollo vacío de papel de cocina cortado por un lado a lo largo. Así evitaremos que, con el peso y al estar la masa todavía blanda, quede un lado plano en la nevera. En cualquier caso, esto es opcional.

Envolvemos los rollos en film transparentes para darles bien la forma redonda.

Los reservamos en la nevera como mínimo 1 hora para que la masa se endurezca. También los podemos dejar toda la noche y hornear las galletas al día siguiente.

Precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Mientras tanto, cortamos la masa en rodajas de medio centímetro de grosor.

Disponemos las galletitas separadas unos 2 cm en una bandeja de horno forrada con papel de horno o con un tapete específico. Si no nos caben todas las galletas en el horno a la vez, reservamos las que nos sobren en la nevera para que así, la masa esté bien fría al hornearlas.

Horneamos las galletas a 180 ºC durante 10 minutos, con calor arriba y abajo, hasta que los bordes empiecen a coger color. Retiramos la bandeja del horno y las dejamos enfriar completamente encima de una rejilla. Terminarán de hacerse con el calor residual.

Una vez frías, ya estarían listas para servir. Estas galletas caseras resultan ideales para servir acompañadas de un café con leche o un té.

Si nos sobra alguna galleta, podemos guardarlas en una caja de metal.

Resumen fácil de preparación
- Mezclamos la mantequilla con el azúcar y la sal
- Añadimos el huevo, la vainilla y la harina
- Dividimos la masa en dos
- Formamos dos rulos con la masa y los envolvemos en film
- Podemos meter los rulos en un rollo de cartón para darles forma redondeada
- Los envolvemos en film
- Los reservamos en la nevera
- Precalentamos el horno y cortamos las galletas
- Disponemos las galletas de mantequilla ya cortadas en una bandeja de horno
- Las horneamos a 180 ºC durante 10 minutos
- Las dejamos enfriar
- Las servimos con un café o té
- Guardamos las sobrantes en una caja de metal