Originaria de la India y muy utilizada en la cocina mediterránea, la albahaca (Ocimum basilicum) es una hierba aromática que pertenece a la familia de la lamiáceas, la misma que la menta, y que se ha ganado un lugar especial en la gastronomía gracias a su versatilidad y a su sabor tan distintivo. La albahaca se ha convertido en un ingrediente esencial en platos como la salsa pesto casera, la ensalada caprese, la pizza margarita, la sopa minestrone o la bruschetta.
A pesar de todo lo que nos gusta usarla para cocinar, la albahaca tiene el inconveniente de que tiende a estropearse rápidamente. Sus hojas tiernas son muy sensibles y pueden marchitarse en cuestión de días si no se almacenan adecuadamente, lo que llega a ser muy frustrante cuando quieres emplearla en una receta y, cuando vas a cogerla, no puedes aprovechar ni una hoja. Menos mal que existen trucos para prolongar la vida útil de la albahaca como este que te vamos a enseñar a continuación.
Truco para que la albahaca dure fresca más tiempo
La albahaca es un condimento que añade un toque de sabor y olor increíble a cualquier comida, pero hemos de reconocer que es un poco fastidio que la compremos fresca en el supermercado o en alguna tienda de alimentación local y que, en escasos días, tengamos que tirarla porque se ha estropeado.
La humedad es uno de los principales culpables del deterioro de la albahaca, principalmente porque esta hierba ya tiene un alto contenido de agua en sus hojas, incluso cuando la compramos fresca suele venir con las raíces intactas, lo que significa que la planta sigue absorbiendo agua. Esto quiere decir que, cualquier cambio de humedad en el ambiente puede producir un exceso de humedad en sus hojas que acelera su deterioro.
Pero no todo está perdido: si deseas disfrutar de albahaca fresca durante más tiempo, la mejor solución es secarla. De esta forma, extraemos la humedad y eliminamos uno de los principales factores que contribuye a su deterioro. ¿Lo bueno? Que secar la albahaca en casa es muy fácil y se puede hacer incluso en el microondas.
Para secar la albahaca en el microondas primero debes quitar los tallos más gruesos para después picar sus hojas finamente con la ayuda de un cuchillo afilado. A continuación, colócalas en el interior de un recipiente apto para microondas y caliéntalas 2 minutos a máxima potencia. Durante estos dos minutos, los trocitos de las hojas de albahaca se habrán secado e, incluso, podrás hacerlos más pequeños estrujándolos un poco con las manos.
Por último, una vez seca, puedes almacenar la albahaca en frascos de vidrio herméticos en un lugar fresco y oscuro. La albahaca seca retiene su aroma y sabor durante meses, lo que te permite disfrutar de sus propiedades culinarias en tus recetas con albahaca durante más tiempo.
