Qué frutas se pueden congelar y cómo hacerlo correctamente

Fruta congelada
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No toda la fruta se conserva de igual manera en el congelador. En algunos casos pierde consistencia. Por eso, os explicamos qué frutas aguantan mejor el frío y cómo guardarlas.
Por Mari Carmen Duarte
15 de abril de 2024

En muchas ocasiones compramos fruta de más, ya sea porque hemos encontrado una buena oferta, por error o porque queremos tener frutas de temporada durante mucho más tiempo. Aunque algunas están durante todo el año, quienes quieren salirse del sota, caballo y rey habituales se preguntan si pueden acumular fruta congelándola como se suele hacer con otros alimentos.

No toda la fruta puede congelarse. Aunque pensemos que el frío puede conservar mejor los alimentos, en algunos casos puede ser contraproducente. El principal problema de congelar la fruta es que se puede oxidar, cambiar de color e incluso de sabor. En cualquier caso, el principal consejo es hacerlo cuando la fruta está en buen estado, nunca cuando ya presente signos de estar en las últimas (picadas, golpes, algún trozo oscuro, con cortes…). En cualquier caso, no puede hacerse de cualquier manera y si lo hacemos siempre entendiendo que el resultado al descongelarla no será en muchos casos igual a cuando la compramos.

Polos de limón caserosMarina Corma

Qué fruta se congela mejor

Lo cierto es que son las frutas más pequeñas las que mejor aguantan. Otras alteran su estructura hasta el punto de que su consistencia cambia al descongelarlas. Si las frutas se van a usar después para hacer helado, batido, puré o zumo, cualquiera de ellas puede ir al congelador. De lo contrario, te conviene consultar cuáles soportan mejor ser congeladas.

Cítricos

Limones, limas, pomelos, naranjas, mandarinas… Lo mejor para que nos duren más tiempo es congelarlos. Para ello hay que quitarles la piel y separarlos en gajos o en rodajas. La piel también se puede congelar para que no se eche a perder, e incluso el zumo si nos ha sobrado para hacer limonada o terminar un plato.

Frutos rojos

Cuanto más pequeña es la fruta mejor se conserva en el congelador. Ese es el caso de las grosellas, los arándanos, las frambuesas, las fresas, las moras o los madroños, entre otros. Lo único que se ha de hacer es lavarlos y secarlos muy bien antes de congelarlos.

Frutas con hueso

Tanto los melocotones como los albaricoques o las ciruelas se congelan mejor sin hueso y cortados por la mitad. En el caso de las cerezas, aunque también pueden conservarse con el hueso, también es mejor quitárselo. Para congelar estas frutas es necesario cubrirlas con azúcar y unas gotas de limón, y después guardarlas en bolsas o recipientes herméticos.

Frutas tropicales

La piña, el mango, la papaya y otras frutas tropicales pierden mucha consistencia al descongelarse, ya que no soportan las temperaturas bajas. Por eso, es mejor cortarlas a trozos para congelarlas y luego usarlas en batidos o postres.

Otras frutas

Algunas frutas como la manzana o la pera solo pueden congelarse en puré o compota, ya que su consistencia y sabor se pierde con ese cambio de temperatura. Sin embargo, el plátano puede cortarse en rodajas y congelarse con unas gotas de limón para que no se oxide.