Las alcachofas son un alimento muy utilizado en la cocina gracias a su versatilidad. Con ellas se pueden preparar cientos de recetas diferentes, desde alcachofas con jamón o alcachofas cocidas hasta alcachofas con foie. Y es que su sabor suavemente amargo y su peculiar textura dan mucho juego en el mundo culinario.
Cuando cocinamos alcachofas pasa algo curioso: nos ponemos a quitarles hojas y más hojas y, cuando nos damos cuenta, nos hemos quedado solo con unas cuantas del centro que están más tiernas y su corazón. Pero, ¿por qué desechamos sus hojas externas tan rápidamente? ¿Por qué no buscamos la forma de darles una segunda oportunidad? Aquí, te contamos dos.
Cómo aprovechar al máximo las hojas de las alcachofas
Las recetas de aprovechamiento se inventaron justo para eso, para que aprovechemos, al máximo cada una de las partes que componen los alimentos. Por lo general tenemos la costumbre de tirar directamente a la basura aquello que consideramos que, por un motivo u otro, no se puede comer.
En el caso de las alcachofas, siempre cocinamos el corazón y las hojas interiores porque son las más tiernas y carnosas. Las externas, que son las más rígidas y fibrosas las desechamos al momento sin pensar si existe la posibilidad de darles una segunda posibilidad, ¡y vaya si existe! No una, sino dos. Te las contamos a continuación.
Hacer un caldo de alcachofas
El caldo de alcachofas es una opción deliciosa y nutritiva para aprovechar al máximo cada centímetro de las alcachofas. Sería tan fácil como añadir 2 litros de agua a una olla y agregar las hojas gruesas de las alcachofas junto con otros ingredientes para dar sabor, como un trocito de jengibre, un poco de hinojo y una pizca de sal, y dejar cocer todo durante 20 minutos. Pasado este tiempo, colamos todos los ingredientes y ya estaría listo el caldo.
Hacer una crema de alcachofas
La crema de alcachofas es también un plato muy ligero que sienta muy bien como entrante o para una cena rápida. Si tienes por casa un par de patatas, una zanahoria, un diente de ajo, un trocito de cebolla, un chorrito de nata para cocinar y queso crema te la puedes preparar en un santiamén. Tendrías que cocer las hojas sobrantes de las alcachofas, sofreír el resto de verduras con un poco de AOVE y, cuando las alcachofas estén cocidas, escurrirlas y pasarlas a la sartén del sofrito. Añade agua y cuece durante 10 minutos. Por último, tritura con la batidora, cuela, agrega la nata y el queso crema, mezcla y lista.