Menorca, la isla de la calma,parece un enclave concebido parael más puro deleite. Gracias podemos dar de tener tan cerca, dentro de nuestras fronteras, un paraíso salpicado de tanta verdad. Naturaleza en estado puro, playas sacadas de la mejor postal y una benigna climatología durante la mayor parte del año que nos invita a andar desprovisto de casi cualquier ropaje. Vida, en definitiva.
Al calor de este ritmo existencial, Daniel Mora se acercó. Él y su pareja Nuria Pendás, ambos asturianos, decidieron un buen día poner rumbo a la tierra que vio nacer a la madre de él. Recién salido de la escuela de hostelería, viajaba hasta sus orígenes en busca de una nueva vida y, sobre todo, en busca de ganársela.

Varios puestos de trabajo después, con unos cuantos viajes en la mochila, el dúo adquirió un entrañable comedor del que habían sido clientes casi desde el principio. Un espacio que había sido pionero, en 1969, siendo uno de los primeros merenderos de Menorca. A partir de ese momento nacía un restaurante: Sa Pedrera d'es Pujol.
Haciendo suyas antiguas recetas típicas de la isla, Dani Mora lleva a cabo una cocina de recuperación y actualización. Platos como los que toma prestados de su abuela Dora, rebosantes de sabores ya olvidados, y que emplean producto autóctono de la mejor calidad. Elaboraciones que provocan, además, un maravilloso encuentro entre el Mediterráneo que los acoge y el Cantábrico que dejaron atrás.

En el actual menú correspondiente a la primavera encontramos como entrantes bocados singulares como la empanadilla de acelgas y gató, una suerte de bizcocho balear; el revuelto de huevo de oca y llonganissa o la pastela de butifarrón y queso tierno. En los platos principales podemos elegir entre un arroz de pollo con espárragos trigueros y trompetas, un lomo de sirviola, panko, puré de zanahoria e hinojo o una chuleta de ibérico con salsa de sidra y manzana. La propuesta termina con dos postres, también a elegir: la greixera de boniato con helado de higo o la baklava de crema y frutos secos.

En el restaurante Sa Pedrera d'es Pujol también podemos optar por un menú más largo, el menú «Clásico», o el degustación, llamado «Tranquilidad y oliaigua». El primero consta de cuatro entrantes, un principal y un postre, con platos reseñables como la raya a la manteca negra con alcaparras capuccinas, hinojo marino y limón encurtido: y el segundo de ocho pasos más un postre y los petit fours. De esta propuesta sobresale la caldera de langosta «del señorito», la croqueta de sobrasada con mermelada de pimiento o el erizo con huevo y huevas.

A todas estas opciones se suma también una generosa carta con otras recetas de altura, como la formatjada de ternera wellington, una empanada de solomillo de ternera y duxelle de setas, con salsa gravi; el rape Rossini, un medallón de rape, demiglace de sus espinas, mi cuit de su hígado y trufa de Mallorca; o la caldera de morena con su albondiguita y toques anisados.
Sa Pedrera d'es Pujol
Camino des Pujol, 1407711 Sant Lluís (Illes Balears)
971150717
www.sapedreradespujol.com
Menorquina
25€-70€