Zaranda, el refugio balear de Fernando Pérez

Corría el año 2005 cuando en el madrileño barrio de San Bernardino un joven cocinero llamado Fernando Pérez Arellano abría por primera vez las puertas de su restaurante: Zaranda. Con muchas ganas y una experiencia cultivada en cocinas británicas, francesas y españolas, su propuesta gastronómica le valió una estrella Michelin con tan solo un año en marcha.

Sin embargo, Madrid parecía no ser el lugar adecuado y el chef, junto a todo su equipo, hizo las maletas y se plantó cinco años más tarde en Mallorca. Zaranda, entonces, pasó a formar parte de la oferta gastronómica del lujoso hotel Castell de Son Claret, en Es Capdellà, Calvià, y viró su cocina hacia lo autóctono balear. Porque como reconoce Arellano, «hay una evolución natural en nuestro encuentro con Mallorca y la riqueza de su producto local».

Fotografía cortesía de Zaranda

De este modo, la oferta culinaria del restaurante se transformó en un aprovechamiento de la riqueza gastronómica del archipiélago, tanto de recetas como de materia prima. La inspiración bebió de lo tradicional para conjugar, con la magnífica técnica del cocinero, un despliegue de creaciones en los que el sabor, la memoria y los ingredientes tienen todo el protagonismo.

La carta del Zaranda, donde encontramos sus cuatro menús, comienza con una frase del artista Joan Miró que es toda una declaración de intenciones: «Para ser universal, hay que ser local». Y Descubrir, Degustar, Disfrutar y Dejarse llevar, los menús, la refrendan con platos como el all i pebre, la morena con piel crujiente, la gamba de Andratx o la ostra Majorica. Todo ello maridado, si se desea, con alguno de los caldos tanto locales como foráneos de la vasta bodega del hotel.

Fotografía cortesía de Zaranda

Placeres gastronómicos de la isla de Mallorca y el conjunto de las Islas Baleares en un espacio único, con la cocina a la vista y obras de arte local decorando las paredes. Una excelente representación de la cocina balear, por restaurante con dos estrellas Michelin, en un enclave único.