Casa Marcial, la reinterpretación de Nacho Manzano

En la localidad asturiana de Arriondas, entre verdes montañas a las puertas de la cautivadora Sierra del Sueve, se sitúa una casona con fachada de piedra, sumamente representativa de la arquitectura tradicional local y del cocinero Nacho Manzano. Porque en ella se ubica su restaurante, Casa Marcial, en ella sus padres tenían la casa de comidas que dio lugar a su negocio y su pasión, la cocina, y en ella nació y creció él mismo.

Fotografía cortesía de Virtualize 360

Entre sus gruesos muros se esconde una de las mejores cocinas que podemos encontrar en el norte peninsular, una cocina de las más evolucionadas, una propuesta que recoge la gastronomía local y la transforma como es difícil imaginar. Si en tierras vecinas se lleva a cabo desde hace lustros la nueva cocina vasca, Manzano en su casa podríamos decir que lleva a cabo la nueva cocina asturiana.

Las recetas de toda la vida, los ingredientes que siempre han estado presentes en aquellos valles, lo que han comido las gentes asturianas a lo largo de los años, se transforma en los fuegos de este cocinero y de Casa Marcial para convertirse en verdadera gastronomía de vanguardia, sorpresiva y transgresora, sin dejar de ser, en parte, tradicional.

Fotografía cortesía de Virtualize 360

Aunque pone sobre la mesa unas fabes con gallina, que son sin duda son herederas de las que preparaba su madre, o unas llámpares, estas recetas incorporan el toque contemporáneo y vanguardista del cocinero. En el caso del primer ejemplo caldo japonés dashi, que llama «de mi abuela», y en el caso del segundo un licuado de perejil y polvo de rábano Raifort.

Fotografía cortesía de Virtualize 360

Así es como consigue armar tres menús que definen las diferentes facetas del restaurante: el menú tradicional, con lo más auténtico, el gastronómico, con las creaciones más innovadoras, y Casa Marcial, que ofrece una visión condensada de los dos anteriores. Productos de la tierra y el mar, de extrema calidad, tratados con la maestría de la que esta casa hace gala.

Los dominios de Nacho Manzano son, inequívocamente, la máxima expresión de la reinterpretación de una cocina tradicional.