En el tinerfeño municipio de Guía de Isora, encajado entre Santiago del Teide, La Orotava y Adeje, el singular hotel The Ritz-Carlton Abama llama poderosamente la atención. La isla de la eterna primavera, donde más horas de sol se disfrutan de todo el país, acoge en uno de sus balcones al inmenso océano este complejo que con sus villas, suites y habitaciones traen a la memoria con absoluto lujo una ciudadela arabesca. Es entre sus muros donde un cocinero de otras latitudes, Martín Berasategui, ha extendido sus dominios.
Restaurante M.B. es seguramente uno de los mejores que puede disfrutarse en la isla y el archipiélago, un establecimiento que saca lustre a una segunda estrella Michelin, obtenida hace poco más de un par de años, y que hace gala de la cocina del chef donostiarra bajo la dirección y particular toque de su chef ejecutivo, Erlantz Gorostiza.

Porque aunque el asesoramiento y esencia de la casa estén en las venerables manos de ese líder culinario de arrollador carisma, ese jefe a la par que amigo, el vizcaíno mueve la batuta de la orquesta berasateguiana sobre el terreno desde hace más de un lustro y eso se nota en códigos y formas. Los mejores y más frescos productos que encuentra el equipo del M.B. a diario en el mercado desfilan desde el mismo, previo paso por la cocina, hasta la mesa.

En una experiencia gastronómica más que superlativa, con el añadido del escenario tanto arquitectónico como natural, en el Gran Menú Degustación se dan citan unos aperitivos, «al antojo del campo, el mar y las estaciones», y platos que llenan la isla. Un particular tomate canario sobre un jugo translucido de encurtidos, toques de anchoa en salazón, nieve de queso y aceitunas liquidas; una gelatina trufada sobre una crema untuosa de foie, toques dulces y salados con perlitas de hinojo en crudo, en risotto y emulsionadas; o unos raviolis de pasta fresca rellenos de trufa, jugo emulsionado de hongos y láminas de trufa blanca.

Una combinación de sabores, texturas y aromas que sin perder la esencia de la cocina del maestro echa mano del producto local. No por facilidad, no por fingida pleitesía o simple guiño: sencillamente porque no hacerlo sería un error. La geografía y el entorno definen una cocina, un gusto y un patrimonio gastronómico y cultural que, inequívocamente, merecen el mayor de los respetos y la mayor de las admiraciones. De principio a fin.

El restaurante de Martín Berasategui, en la provincia Santa Cruz de Tenerife, cierra su propuesta con una impecable bodega con más de setecientas referencias y postres de otra dimensión, seguramente una deliciosamente dulce y exquisita, donde por ejemplo las esponjas heladas de chocolate sobre bizcochos de avellana, helado de café y granizado de whisky ocupan todos y cada uno de los rincones.
Restaurante M.B.
Carretera General TF-47, km. 938687 Guía de Isora (Tenerife)
922126000
www.ritzcarlton.com/en/hotels/spain/abama/dining/mb
Creativa
108€-169€