Colombo, un viaje desde el centro de Bilbao

Los aficionados bilbaínos al buen comer y las nuevas aperturas sí o sí, a estas alturas, han pasado por Colombo, uno de esos locales que están en boca de todos desde que abrieron sus puertas. Quizás sea su estética industrial, propia de locales neoyorquinos, aunque en sus paredes no falten recuerdos de la villa. Quizás su propuesta gastronómica, desenfadada, cuidada y de fusión. O, seguramente, su combinación.

Enclavado en una de las arterias del casco urbano, la larga calle Rodríguez Arias, en un entorno peatonal vivo con la plaza Campuzano al lado, el restaurante lleva a las numerosas mesas de su diáfana y espectacular sala una amplísima y buena muestra de la mejor cocina internacional, la protagonista de su llamativa carta.

Colombo

Comenzamos con ensaladas, como la de pato en tempura con aliño de especias, la de tacos de salmón marino en casa con aliño de soja o «nuestra César», con pollo y salsa de anchoas con parmesano. Continuamos con entrantes, tanto fríos como calientes, con el hummus con berenjena frita y miel, los chipirones crujientes con mayonesa de chipotle, el tartar de atún rojo o el pulpo a la brasa con patatas ratte y mojo verde.

Previo paso por las deli-burgers, con exponentes como la ibérica con queso manchego, jabugo y huevo frito o la bacon cheese burger, llegamos a la larga lista de platos de la brasa y del mundo.

Colombo

¿Qué encontramos aquí? Elaboraciones exquisitas como el risotto de hongos con jamón e Idiazábal; el salteado de langostinos y verduras al curri con arroz jazmín; el pollo marinado a la brasa con ligero pil-pil, las costillas marinadas y caramelizadas también a la brasa; el magret de pato pasado por la parrilla con brotes de brócoli; el solomillo con salsa de soja y sésamo picante… y así hasta una veintena de platos en total.

Colombo

Los postres, que probablemente nos los canten con lo preparado cada día, presentarán los mismos atributos del resto de la carta: elaboración destacada, resultado divertido, sabores reconocibles y combinaciones sorpresivas. Una delicia.