Preparar unas buenas patatas bravas no es difícil. Lo importante es elegir una buena variedad de patatas apta para freír, darles el corte adecuado y preparar una salsa brava que esté de muerte. Esto último es requisito indispensable. Una buena salsa brava no es brava si no pica un poco. Por eso lo de "brava". Con unos sencillos pasos y algo de paciencia podemos conseguir una receta muy rica y sorprender a nuestros comensales. Para tardes de futbol en casa o aperitivos con amigos unas buenas patatas bravas pueden ser una opción muy apetecible.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocción: 40 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías: 280 Kcal por ración
Ingredientes de las patatas bravas para 4 personas
- 4 patatas grandes (para freír)
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 500 ml de caldo de pollo
- 2 cucharadas de harina de garbanzo
- 1 cucharada de pimentón picante de La Vera
- 1 cucharada de pimentón dulce de La Vera
- 2 cucharadas de salsa de tomate casera
- ½ cucharadita de comino
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
- 1 cucharadita de sal
- Aceite de oliva virgen extra (para la salsa)
- Aceite de oliva virgen extra o 0,4 para freír

Cómo hacer las patatas bravas
Preparar esta receta es muy fácil. Hay que tener en cuenta que lo primero y fundamental es preparar una buena salsa brava y para hacer una salsa que realmente nos chupemos los dedos debemos dedicarle su tiempo. El resultado merece la pena.
Picamos en brunoise las cebollas y pelamos los ajos. En una cazuela media ponemos dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Ponemos a pochar a fuego medio la cebolla y los ajos enteros con la cucharadita de sal.

Tenemos que conseguir que la cebolla esté transparente pero que no se dore. Los ajos tienen que quedar bien tiernos.

Una vez tenemos la cebolla transparente le añadimos el pimentón y bajamos el fuego a medio bajo. Rehogamos para que se incorpore bien el pimentón pero que no se nos queme.

El siguiente paso será añadir la harina de garbanzo. He elegido este tipo de harina porque como espesante es bueno y además así la salsa la pueden tomar personas que son intolerantes al gluten.

Cuando se haya integrado la harina de garbanzo hay que añadir dos cucharadas de salsa de tomate casera.

El paso final es especiar con el comino y la pimienta negra y añadir el caldo de pollo.

Dejamos reducir la salsa 15 minutos a fuego bajo y después la pasaremos con la batidora para que quede bien fina. Se reserva para salsear las patatas en último instante.
Se cortan las patatas en dados y se dejan unos 5 minutos en agua fría que suelten parte del almidón.

En una sartén con abundante aceite se fríen las patatas o en una freidora. La segunda opción es mejor si disponemos de una freidora porque así las patatas se harán de manera uniforme. Cuando estén fritas se sacan y con papel de cocina se quita un poco el exceso de grasa.
Para presentarlas podemos hacerlo en un plato de forma tradicional y salseamos con la salsa brava. También podemos preparar cazuelitas a modo de tapas. La salsa seguramente nos sobre, podemos guardarla en un tarro y en frigorífico podemos consumirla en 4-5 días.

Resumen fácil de preparación
- Cortar la cebolla, pelar los ajos y ponerlos en una cazuela a pochar
- Cuando la cebolla esté transparente le añadimos el pimentón
- Rehogamos y después se añade la harina de garbanzo
- Cuando se incorpore la harina se añade la salsa de tomate casero y el caldo de pollo
- Se especia con la pimienta negra y el comino y se deja cocer unos 15 minutos que reduzca un poco
- Se tritura la salsa brava y se reserva para el emplatado
- Se cortan las patatas y se lavan con agua fría para quitar parte del almidón
- Se secan, se fríen y al sacarlas se quita el exceso de aceite
- Para presentar las bravas se pueden poner en un plato de forma más tradicional o en cazuelitas a modo de tapas