Por qué no hay que guardar el café ni el chocolate en la nevera

Trozos de chocolate con leche y de chocolate negro
Tetiana Bykovets - Unsplash
Mucha gente suele conservar el café y el chocolate en la nevera para evitar que las temperaturas cálidas les afecten, pero en realidad es peor el remedio que la enfermedad.
Por Juan Pedro Chuet-Missé
08 de marzo de 2024

Muchas veces las neveras parecen un cajón de sastre: hay gente que guarda desde medicamentos hasta pegamento líquido. Incluso en algunas regiones cálidas llegan al extremo de conservar en frío cosméticos como las cremas hidratantes, pilas o pinturas (con el riesgo añadido de contaminar los productos frescos).

En cuanto a los alimentos, muchas personas acostumbran a guardar frutas y verduras que no necesitan refrigeración, ya sea algunas frutas tropicales como la piña, el mango o la papaya (en las que el frío frena su maduración y las hace perder textura y sabor), la sandía o el melón (que se deshidratan y pierden sabor) o los tomates, que sufren la pérdida de compuestos químicos volátiles que le dan aroma.

Tampoco es necesario guardar las patatas porque el frío convierte el almidón en azúcares y cambia su sabor, las cebollas y los ajos debido a que la humedad de la nevera provoca que broten y se pudran o los pimientos que se ablandan en poco tiempo. ¿Más ejemplos? El pan conservado en la nevera se endurece y pierde textura, si se guarda aceite de oliva en frío se solidifica, la miel se cristaliza...

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Qué pasa al guardar el café y el chocolate en la nevera

El café y el chocolate son algunos de los alimentos más comunes que se suelen guardar de forma errónea en la nevera. Ambos alimentos son porosos, o sea que pueden absorber con facilidad los aromas del ambiente; en una nevera actúan como esponjas que atrapan los olores de las verduras, las carnes y los lácteos, con lo que cambiará notablemente su sabor.

Como la nevera es un ambiente húmedo, la superficie del chocolate y el café se condensa y se ablanda, con lo que pierde su textura crujiente en el primer caso y se apelmaza en el segundo. Cabe recordar que como el chocolate tiene manteca de cacao, al estar a baja temperatura se puede cristalizar y perjudica su brillo y sabor. A lo sumo, la excepción puede ser guardar un chocolate blanco o con un alto porcentaje de leche en un recipiente hermético, aunque es mejor consumirlo en dos semanas.

En todo caso, el chocolate (sobre todo el negro) así como el café se tienen que guardar en un recipiente bien cerrado, a temperatura ambiente y en un lugar fresco y oscuro, alejados de fuentes de calor como el horno. Así conservados, mantendrán su sabor y textura óptimos para ser disfrutados.