Cómo guardar el queso en la nevera sin que se ponga malo

Cuña de queso
Si no quieres abrir la puerta del frigorífico salivando por tu queso y llevarte la sorpresa de que está estropeado y no te lo puedes comer, sigue estos consejos para aprender a almacenarlo bien.
Por Sonia Dorado
15 de febrero de 2024

Qué bien sienta una tapia de queso para cenar acompañada de un vino, pero qué mal se pasa cuando estás deseando hincarle el diente a tu queso favorito y, cuando lo tienes cara a cara al abrir la puerta del frigorífico, ves que le ha salido una capa dura que no te puedes comer porque ha perdido sabor y textura.

La solución aparentemente es sencilla: cortas ese trozo duro sobrante, pero a la larga, sin apenas darte cuenta, estarás tirando medio queso a la basura con eso de ir cortándole la capa dura. Como no queremos que sigas desperdiciando así tu queso, ni tu dinero, te vamos a contar lo que deberías hacer para conservar el queso en el frigorífico para que no se ponga malo.

Tabla de quesos

Trucos para guardar el queso y conservar su sabor y textura

El queso no es un alimento que se consuma de una sola vez. Por su tamaño, lo vamos comiendo poco a poco, pero esto solo es posible si sabes cómo guardarlo bien porque, con un mínimo error, su textura y sabor cambian. Si quieres prolongar la vida de tu queso, te aconsejamos que hagas lo siguiente.

No lo envuelvas en film transparente de plástico

Aunque es la opción más popular, no es aconsejable usar film transparente para envolver el queso, podría causar condensación e incrementar las posibilidades de crecimiento de moho, lo cual se cargaría completamente al queso.

En su lugar, envuélvelo en papel de cera

Lo más aconsejable es usar el papel especial que usan en las carnicerías y charcuterías para envolver embutidos y carne, el papel de cera. La principal ventaja de este tipo de papel es que retiene únicamente la humedad necesaria y, además, permite que el queso respire. Otro consejo es cambiar este papel de cera cada vez que usemos el queso, así evitaríamos la proliferación de bacterias y la entrada de más humedad.

Guárdalo en el sitio correcto del frigorífico

No vale abrir la puerta del frigorífico y colocar el queso en el primer hueco que veamos libre. Cada parte del interior de la nevera recibe una temperatura diferente, en cada zona habrá más o menos frío. En el caso del queso, lo mejor es guardarlo dentro del cajón de las verduras para mantener la humedad a raya.

Los quesos, por separado

Si eres un amante del queso, tendrás más de una variedad y sabrás también que cada uno de ellos tiene un olor diferente. Por eso, es muy importante que cuando los guardes en el frigorífico, no los pongas juntos, podrían absorber los olores de los otros y afectar a sus sabores. A esto también hay que sumarle que cada queso puede necesitar unas condiciones de almacenamiento diferentes.

No lo toques directamente con las manos

Este consejo muy pocas personas lo conocen y es que el queso no se debe manipular con las manos ya que las bacterias y aceites que ellas tengamos, podrían afectar a su calidad y vida útil. Por eso, siempre con guantes.