La cocina del restaurante Argos es tremendamente libre. Como las olas que rompen, con suma quietud, a escasos metros de su sala, dispuesta en primera línea de Port de Pollença en el hotel marinero La Goleta. Es viajera, como el espíritu del cocinero que la ha concebido al completo, el andaluz Álvaro Salazar Almansa, nacido en la jienense Linares y versado en fogones de medio mundo. Y mediterránea, como la tierra que pisan, el carácter de las gentes que la inspiran y el producto de temporada que emplean.
Durante el día, mientras el sol está en lo más alto y la playa es un hervidero de turistas en proceso de dorado, el restorán de este hotel boutique ofrecía una propuesta acorde. Platos sencillos, sin pretensiones, a base de recetas reconocibles y saludables, frescas, especialmente concebidas para llegar a todos. Sin embargo ahora, tras conseguir la estrella Michelin, se han querido centrar solamente en las cenas, cerrando al mediodía. Para ser un gastronómico con todas sus consecuencias.
Cuando comienza a llegar la noche, es cuando el alma gastronómica del Argos aflora con fuerza. La de Salazar. Es durante el servicio de cenas cuando la minuta gastronómica puede degustarse con el rumor del mar como perfecta banda sonora. Pasos arraigados en el recetario balear, fruto de la temporalidad y las materias primas que proporciona el entorno, en el que se atisban esos toques atrevidos y viajeros que caracterizan la cocina de Álvaro Salazar.
ArgosEn dos menús degustación, de siete y quince pasos, el comensal visita el mercado sin moverse de la mesa. Entrantes, platos de mar, de tierra y postres componen un repertorio formado diariamente en función de lo que entre ese mismo día en la cesta de la compra del equipo de cocina. Una propuesta cambiante protagonizada por platos de temporada que interpretan la cocina mallorquina y mediterránea con las influencias foráneas del chef. Esa alta gastronomía mediterránea viajera que les caracteriza.
Es por ejemplo la coca de trampó, con fresas, sardinas y huevas de arenque en una composición estética realmente bella; ese plato llamado «cuarto té», en el que el verde se apodera de todo; el guiso típico conocido como escaldums, hecho un mar y tierra; el que llaman «Daifuku», con mochi fundente de remolacha, rellenos de guiso con pato, foie y trufa; así como platos en los que predominan pescados y mariscos como la anguila, la gamba roja o el bivalvo.
Argos
La Goleta Hotel de Mar. Paseo Saralegui, 11807470 Pollença (Illes Balears)
971865902
argosrestaurant.com
Mediterránea, Creativa
55€-100€