Independientemente de los diferentes tipos de sushi que tengamos en la mesa, la ingesta debe comenzar siempre de menos a más. Comenzaremos comiendo las piezas de sushi con los pescados más suaves en sabor y grasa, mientras que para el final quedarán las capturas que precisamente tengan unas mayores concentraciones de grasa y un sabor más intenso. Nigiris y sashimis serán el principio, mientras que para el final dejaremos narezushi y makis, para que os hagáis una idea.
Por otro lado, ¿es obligatorio usar palillos? No, no lo es. Si no eres muy ducho puedes usar las manos sin que esta práctica sea una falta de educación. Eso sí, hay que olvidar los cuchillos y los tenedores. De igual modo, la soja no es obligatoria. La costumbre de mojar y remojar las piezas en este líquido hasta ahogarlos está extendida, pero no es recomendable porque no apreciaremos bien el sabor de los diferentes ingredientes. Además, hay que mojar por el lado del pescado, porque el arroz ya lleva sus condimentos. ¿Y se puede mezclar con wasabi? De ninguna manera, olvídalo. Cada cosa por su lado.
Cabe destacar también, antes de llevarnos a la boca un buen pedazo de sushi, que si tomamos las piezas de una bandeja o góndola común es un muy buen detalle darle la vuelta a los palillos, usándolos por el lado que no nos metemos en la boca. De ahí los dejamos en nuestro plato y, ahora sí, cogemos la pieza por la parte estrecha de los palillos, la habitual, y nos la llevamos a la boca de un bocado. Para eso está pensando.
Por último, no podemos olvidarnos del jengibre encurtido. No es para añadir un sabor extra a un nigiri o un maki, sus funciones son otras. En primer lugar, limpiar el paladar entre pieza y pieza; y en segundo, mojar con soja aquellas especialidades que sería difícil llevar hasta el recipiente, como por ejemplo el sushi que tiene huevas por encima.