La torrija es un postre que se prepara con una de las mejores recetas de aprovechamiento, capaz de convertir una simple rebanada de pan duro en una delicia dulce y esponjosa para el paladar. Además, su versión más original, pan mojado en leche y endulzado, tiene una larga historia a sus espaldas ya que ha sido un recurso alimenticio básico durante siglos al ser sencillo de preparar, económico y saciante.
Y esta última característica, saciante, es la que convirtió a la torrija en el plato estrella de la Cuaresma y la Semana Santa, épocas del año donde se pone en práctica la abstinencia de carne y cuyos efectos se contrarrestan muy bien con el aporte calórico que proporciona este bocado dulce a base de pan. Como cualquier otra receta, las torrijas tradicionales también se han ido versionando y ahora las podemos consumir con diferentes sabores. Como ejemplo, estas 7 recetas de torrijas no tradicionales.
Torrijas de vino tinto
Las torrijas de vino tinto se preparan de la misma forma que las tradicionales pero, en vez de mojarlas en leche aromatizada con cítricos, se sumergen en vino tinto. Nuestra recomendación es que elijas un tinto de tu agrado para que la experiencia gastronómica sea el doble de placentera.
Torrijas con miel
Si en casa os gusta el dulce, las torrijas con miel son para vosotros. Para un extra de dulzor, también se les puede añadir dulce y para disfrutarlas al máximo, lo ideal es consumirlas recién hechas, la miel se derretirá con el calor y su textura es increíble.
Torrijas de brioche
Aunque las torrijas clásicas se preparan con pan duro de varios días, también puedes innovar y hacerlas con otros tipos de panes que sean, por ejemplo, más esponjosos, como estas torrijas de brioche. Además, al ser de mantequilla, también le añade un toque extra de sabor.
Torrijas de leche condensada
Las torrijas de leche condensada son solo aptas para los paladares más golosos ya que quedan muy dulces, como te podrás imaginar. Para un contraste de sabores increíblemente irresistibles, también puedes acompañarlas con tu fruta favorita, por ejemplo, leche condensada con frambuesas.
Torrijas en almíbar
Lo que aporta sabor a estas torrijas en almíbar es que se bañan en un almíbar elaborado con agua, azúcar y aromatizado con piel de naranja. Si te gusta el toque cítrico, no dudes en probarlas porque te encantarán. El resto de la receta, como las de toda la vida.
Torrijas de horchata
Un punto muy positivo de las torrijas de horchata, además de su sabor tan diferente y original, es que, al no llevar lácteos entre sus ingredientes, es una opción ideal para personas intolerantes a la lactosa. La principal diferencia es que, en lugar de mojarlas en leche, se mojan en horchata.
Torrijas de natilla
Preparar unas torrijas de natilla quizás te tome un poco de más tiempo que el resto de recetas, ya que es necesario elaborar unas natillas caseras previamente donde poder mojar nuestras torrijas. Para que el pan empape bien y coja sabor, las natillas tienen que quedar líquidas y no tan espesas.
