¿Se puede comer la corteza del queso?

Diferentes quesos con distintos tipos de corteza comestibles
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La corteza del queso, ¿es comestible? Te desvelamos si la corteza de los quesos se puede comer o no a continuación. Una pista: nada tienen que ver los quesos artesanales y los industriales.
Por Sonia Dorado
21 de marzo de 2024

El queso es un alimento derivado de la leche que lleva siendo parte de la alimentación humana durante milenios. Es considerado como uno de los alimentos más antiguos de la historia de la humanidad, muchas de las grandes civilizaciones conocidas fermentaban la leche para poder conservarla durante largos periodos de tiempo y consumirla.

Se elabora mediante la coagulación de la leche seguida por el drenaje del suero y, para desarrollar sus diferentes sabores, aromas y texturas se somete a diferentes procesos de maduración. Casi todos los quesos vienen recubiertos de una corteza exterior a excepción de algunos frescos como el burgos o la mozzarella, que no la tienen porque no ha dado tiempo a que se les forme. Y aquí es donde viene el gran dilema: ¿podemos comernos la corteza del queso?

cortar queso para queso fritoSofía de la Torre

¿Es la corteza del queso comestible?

Como siucede con la parte blanca del fuet, el comer o no la corteza del queso dependerá de si estamos ante un queso de producción natural o ante un queso de producción industrial. En el primero de los casos, los quesos de producción natural, su corteza se va formando como parte del proceso natural. Esto quiere decir que, a medida que el queso va envejeciendo, su corteza se vuelve más dura.

La cosa cambia cuando el queso es de producción industrial. Para sellarlos y protegerlos, estos quesos son sometidos a un baño de recubrimiento de ceras, parafinas o pintura. Esta corteza artificial, además de servir como barrera protectora, también mejora el aspecto visual del queso y ayuda a identificarlo.

Llegados a este punto, seguro que habrás sacado tus propias conclusiones. Si estamos ante un queso de producción natural (algunos blandos como el brie o el camembert), la corteza es comestible, es más, esta capa externa forma parte de la experiencia organoléptica del queso y es recomendable comerla para disfrutar de todos sus sabores.

Por el contrario, si se trata de un queso de producción industrial (como un semicurado industrial), no tiene mucho sentido comer una corteza de cera o parafina. No es peligrosa para la salud, pero es algo duro e insípido con una textura plasticosa no muy agradable al paladar.

Y, por último, te dejamos el truco definitivo para diferenciar una corteza natural de una industrial: si ves que es perfecta y brillante, muy probablemente esté recubierto de cera o parafina. Además, por lo general, los quesos con denominación de origen se elaboran mediante procesos naturales.