¿Gas, vitrocerámica o inducción? Esta es la cocina que menos consume

Cocina de gas con dos fogones encendidos con llama azul
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Es normal que el primer factor que se valora a la hora de comprar una cocina nueva sea su gasto energético. De los tres tipos de cocina que existen, ¿cuál es la que menos consume? La respuesta, en las próximas líneas.
Por Sonia Dorado
21 de marzo de 2024

La subida del precio de la luz durante los últimos años ha provocado que las personas cada vez que necesitamos un nuevo aparato eléctrico para el hogar nos lo pensemos dos veces. Ahora las decisiones de compra las meditamos más y no vamos tan a la ligera, nos tomamos nuestro tiempo para buscar diferentes alternativas y compararlas, analizando con especial atención su gasto energético.

Por ejemplo, es importante tener en cuenta el tipo de cocina que instalamos. Si estás pensando comprar una nueva, sabrás que en el mercado tienes tres opciones: la cocina de gas, la cocina vitrocerámica y la cocina de inducción. ¿Cuál de las tres consume menos energía?

Primer plano de una vitrocerámicaCanva

¿Qué tipo de cocina consume menos?

Para responder a esta pregunta, vamos a ver cada tipo de cocina por separado para explicar su funcionamiento y su gasto energético de manera individualizada.

Cocina de gas

La cocina de gas funciona mediante la combustión de gas natural o propano. Consiste en una estructura metálica con quemadores que emiten una llama controlable que es la encargada de dar calor directo a los utensilios de cocina para calentar los alimentos. La cocina de gas, además, es compatible con todos los recipientes y calienta más rápidamente que la vitrocerámica o la inducción, aunque ensucia más y es menos segura. En cuanto a su consumo energético, aquí un dato importante: el gas es mucho más barato que la electricidad.

Cocina de vitrocerámica

La cocina de vitrocerámica emplea electricidad ya que utiliza calor radiante generado por elementos calefactores eléctricos ubicados debajo de una superficie de vidrio cerámico. Cuando se enciende, la corriente eléctrica pasa a través de los elementos calefactores, calentando la superficie de vidrio. Se puede usar con cualquier tipo de recipiente, es fácil de limpiar y de mantener, aunque hay que tener especial cuidado con su limpieza porque se raya fácilmente. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una vitrocerámica consume de media entre 1200 y 2500 W/h.

Cocina de inducción

La cocina de inducción funciona mediante la generación de un campo electromagnético que induce corrientes eléctricas en los utensilios de cocina hechos de materiales ferromagnéticos, como el hierro o el acero inoxidable, de ahí que no esté permitidos el uso de otros materiales. Lo que es el electrodoméstico en sí es más caro que la vitrocerámica, pero es más eficiente y seguro. Una placa de inducción consume de media entre 1500 y 2000 W/h, también realiza un gasto elevado de electricidad como la vitrocerámica, pero lo hace entre un 20% y un 40% menos.

En definitiva, cada una de estas cocinas tienen sus pros y sus contras y la elección dependerá más de tus necesidades. Pero, para que te hagas una idea, entre la vitrocerámica e inducción, la vitrocerámica es la que más consume ya que necesita más tiempo para calentarse y la de inducción estaría en un punto intermedio ya que tiene un consumo energético menor que la vitrocerámica al calentarse más rápido. La de gas, por el contrario, al calentarse más rápido, es la que menos consume.