Los cuchillos son herramientas esenciales en el mundo de la cocina. Da igual la receta que tengas entre manos, siempre vas a necesitar un elemento con hoja afilada para, como mínimo, ayudarte a cortar, picar, deshuesar o trinchar los ingredientes que vas a utilizar en tus recetas. Además, es primordial tener siempre los cuchillos bien afilados para asegurar cortes limpios. Y, por supuesto, debes comprarlos de buena calidad y con mango ergonómico que te facilite un agarre seguro y evitar que se te resbale al usarlo.
Un cuchillo bien afilado también es importante para velar por tu seguridad. Cuanto más afilado esté, menor presión tendrás que ejercer a la hora de cortar y menores serán las posibilidades de que se desvíe su trayectoria y terminemos cortándonos. Como es tan fundamental mantenerlos afilados y, además, sabemos que te cuesta sacar tiempo para llevarlos a un afilador profesional, te vamos a contar una manera artesanal para afilar tus cuchillos en casa que va mucho más allá de la clásica piedra afiladora o de la chaira. No tendrás que comprar nada nuevo ni gastar dinero ya que lo vas a hacer con otro utensilio de cocina que usas para tomar el café de las mañanas. Y sí, quedan de maravilla.
Técnica para afilar cuchillos en casa como un profesional
Para esta técnica para afilar cuchillos en casa lo único que vas a necesitar es una taza de porcelana. Y si no es muy alta y su base es de gran diámetro, mejor. Lo que vamos a hacer es usar el contorno circular, rugoso y poroso de la base de la taza, ese en el que la cerámica no está esmaltada, como herramienta de afilado. Para ello, humedece un paño de cocina, dóblalo y colócalo sobre una superficie plana. A continuación, dale la vuelta a la taza y ponla boca abajo, y bien firme, sobre el paño humedecido.
Con extremo cuidado, inclina el cuchillo unos 10 grados y pásalo por el filo de taza, recuerda que tiene que estar boca abajo y tapada con un paño humedecido, por ambas caras y varias veces (es recomendable repetir este proceso mínimo 10 veces por cada lado. Una vez tengas el cuchillo afilado, si deseas un resultado más pulido, puedes coger otro cuchillo y deslizar, sobre la parte que no corta y de derecha a izquierda, el cuchillo recién afilado por cada lado.