Pulverizador de aceite: el utensilio imprescindible para ahorrar y comer más saludable

Pulverizador de aceite
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Con este sencillo truco, además de controlar con mayor precisión el uso de aceite en tus recetas, notarás que tus platos quedan mucho más ligeros que de la manera habitual.
Por Marina Blanco
26 de febrero de 2024

Si por algo destaca nuestra apreciada dieta mediterránea es por el uso de grasas saludables a la hora de cocinar. Productos tan esenciales como el aceite de oliva son fundamentales como base de la mayoría de los platos que componen el recetario español.

Generalmente, cuando cocinaban nuestras abuelas e incluso nuestras madres, la manera habitual de agregar aceite de oliva a la cazuela era hacerlo a ojo, poniendo un chorrito de aceite de oliva, que quizás, sin darnos cuenta, resulta excesivo. Además con la llegada de nuevos electrodomésticos como la freidora de aire, esta manera de agregar aceite probablemente no sea la más indicada, ya que al no controlar la cantidad, el resultado pueda derivar en una comida demasiado grasa, además de una freidora de aire que se ensucia con mayor rapidez.

Cómo elegir el mejor pulverizador de aceite

Cuando nos pongamos a buscar encontraremos una amplia variedad de pulverizadores de aceite en el mercado. Además de ser económicos y poderlos encontrar hechos de diferentes materiales, lo mejor de todo es que son reutilizables y quedarán como nuevos si sabemos mantenerlos limpios.

Nuestra recomendación a la hora de comprar el pulverizador de aceite, es que sea de tamaño medio, es decir, que tenga una capacidad de unos 300 ml, de manera que no ocupe demasiado espacio en tu cocina. Igualmente, lo ideal sería que el vaporizador distribuya el aceite de manera uniforme por la superficie del alimento, y no en forma de chorro.

Como su sistema de dosificador evitará que el aceite gotee, nuestro pulverizador se mantendrá limpio durante mucho más tiempo que una aceitera corriente, y además veremos que la manera de lavar el pulverizador de aceite es una sencilla tarea. Para mantenerlo limpio a diario, existe una manera muy fácil de conseguirlo, y es que bastará con que lo freguemos por fuera con una esponja suave y el líquido habitual de lavavajillas a mano. Y en caso de que queramos fregarlo por dentro una vez quede vacío, lo más eficiente será llenarlo de agua bien caliente, agregar unas gotitas de jabón de lavavajillas, cerrar el dosificador, y agitarlo unas cuantas veces. Tras vaciarlo y enjuagarlo con abundante agua bajo el grifo, quedará como nuevo.

Queda claro que un imprescindible en nuestras cocinas debería ser el pulverizador de aceite, un accesorio sencillo, súper económico, y muy fácil de utilizar que nos permitirá dosificar la cantidad de aceite y utilizar únicamente el que vayamos a necesitar. De esta manera, no solo disfrutaremos de una cocina más ligera y saludable, sino que también lograremos un ahorro significativo a final de mes.