Cuál es el origen y el significado de la mona de Pascua

Mona de Pascua con decoración
Canva
Aunque ahora pueden verse verdaderas obras de arte de pastelería y chocolate, lo cierto es que la mona era mucho más sencilla en sus inicios y su significado muy diferente al actual. Te lo contamos a continuación.
Por Mari Carmen Duarte
28 de marzo de 2024

Uno de los postres con más tradición de la Semana Santa en España es la mona de Pascua. Sin embargo, algo que desconoce mucha gente es cuándo y dónde se ubican sus orígenes, cuál es su significado y, como curiosidad, que son muchas las regiones de España y los países que tienen sus propias variantes.

Muchas teorías llevan a una misma conclusión relacionada con ritos paganos. Una de las más extendidas es que la palabra «mona» deriva del vocablo árabe «munna», que significa «regalo» y que hacía referencia al pago de los arrendamientos a base de productos horneados y otros alimentos.

Otras teorías creen que la costumbre proviene de la palabra latina «munda», que designaba unas paneras repletas de dulces y huevos decorados en ofrenda a la diosa Ceres, símbolo de fertilidad, pero que también se utilizaba para darle nombre a un pan decorado con huevos que se regalaba a los amigos y que derivó en las pascorales. ¿Cuál es la respuesta correcta?

Mona de pascuaMarina Corma

¿De dónde viene y qué significa la mona de Pascua?

Las muniquies de la Grecia antigua dedicadas a Artemisa, la ofrenda de roscones con huevos que los celtas hacían a principios de mayo o las cocas que los pastores romanos elaboraban a principios de mayo son más teorías que giran en torno a lo mismo: la mona de Pascua tiene sus orígenes en la celebración de la primavera y la invocación de la fertilidad.

La costumbre fue absorbida y reinterpretada por el cristianismo, modelando así la mona de Pascua y el ritual que la rodeaba. ¿Cómo? Una de las formas fue prohibiendo comer huevos durante la Cuaresma, con lo cual estos se hervían y se guardaban para llevarlos a la iglesia el Domingo de Pascua, que fueran bendecidos y regalarlos a los seres más queridos.

Con el tiempo, esta costumbre fue modelándose, convirtiéndose en panes que se adornaban con huevo duro —como el actual hornazo andaluz— y que en algunas regiones acabaron por derivar en verdaderas tartas que, con la llegada del chocolate y las modernidades del tiempo, se convirtieron en lo que conocemos hoy.

Son muchos los nombres con los que se conoce en España con sus variantes propias, como el panquemado o la toña. En otros países de Europa Central tienen costumbre de decorar huevos y esconderlos, al igual que en Estados Unidos. Sin embargo, en Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia está muy arraigada la tradición desde el siglo XVIII de que el ahijado visite la casa del padrino el Domingo de Resurrección para recoger su mona, que solía comerse el día de Pascua junto a la familia.

La mona debe de tener tantos años como tiene el niño hasta cumplir los 12, edad de hacer la comunión. Sin embargo, hoy en día no suele cumplirse del todo, y los huevos duros han dejado paso a todo tipo de figuras de chocolate. En Asturias, los padrinos regalan el bollu, mientras que en Aragón es la clueca y en Portugal, el folar da Páscoa.