Para conseguir unos colores vibrantes en esta tarta, el truco está en partir de un bizcocho que quede más bien blanco, por eso utilizaremos solo las claras de los huevos. Así los colores quedarán prácticamente intactos en el horneado. Además, es muy importante utilizar colorantes de buena calidad en gel o pasta, para que no se altere la estructura del bizcocho y no tengamos que utilizar demasiada cantidad de colorante para teñir.
En esta receta, vamos a necesitar seis moldes para preparar las capas del bizcocho, pero si no tenéis tantos, no hay problema, podemos hornear primero unos bizcochos, dejarlos enfriar, lavar los moldes y volver a hornear los otros bizcochos de colores que nos quedan.
Para conseguir unos bizcochos especialmente jugosos, vamos a utilizar buttermilk que podremos obtener fácilmente mezclando 285 g de leche con 15 g de zumo de limón. Dejamos reposar esta mezcla unos minutos hasta que adquiera una textura como de leche cortada y ya lo tenemos listo.
Esta receta es un poco laboriosa y requiere algo de maña para que nos quede una tarta recta, pero vale la pena el esfuerzo por ver la cara de sorpresa de los que se la van a comer. Quedan unos bizcochos muy tiernos, que acompañados por la crema de vainilla resultan irresistibles.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 40 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 20 minutos
- Raciones: 18
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: americana
- Calorías por ración (kcal): 433
Ingredientes de la tarta arcoíris
Para los bizcochos:
- 125 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 225 g de azúcar blanco
- 4 claras de huevo M
- 300 g de harina de trigo
- 3 cucharaditas de levadura química (tipo Royal)
- Media cucharadita de sal
- 300 g de buttermilk (285 g de leche y 15 g de zumo de limón)
- 1 cucharadita de vainilla en pasta
- Colorantes en gel o pasta: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado
Para la crema:
- 400 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 400 g de azúcar glas tamizado
- 1 cucharadita de vainilla en pasta

Cómo hacer la tarta arcoíris
Precalentamos el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Engrasamos 6 moldes para layer cake de 15 cm de diámetro y los reservamos. Batimos 125 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente con 225 gramos de azúcar blanco hasta que la mezcla se aclare y esté muy cremosa.

Agregamos 4 claras de huevo M y batimos hasta que se integren por completo en la mezcla.

Tamizamos 300 gramos de harina de trigo junto con 3 cucharaditas de levadura química y media cucharadita de sal. Integramos en la mezcla a la velocidad más baja que tenga nuestra batidora.

Agregamos 300 gramos de buttermilk y 1 cucharadita de vainilla en pasta. El buttermilk lo podemos conseguir mezclando, en este caso, 285 g de leche con 15 g de zumo de limón. Seguimos batiendo a la velocidad más baja dejando que estos ingredientes se integren por completo. Para finalizar, repasaremos todas las paredes del bol por si hubiera quedado algún resto de la masa por integrar.

Una vez la masa esté completamente homogénea, la repartiremos en 6 boles. Podemos pesar la masa e ir poniendo la misma cantidad en cada bol o ayudarnos de una cuchara porcionadora de helado, e ir poniendo las mismas cucharadas en cada bol hasta terminar con la masa.

Teñimos las masas de cada uno de los boles con colorantes, en gel o pasta, de colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado.

Ponemos cada una de las masas en los moldes que habíamos engrasado anteriormente. Horneamos en dos tandas, poniendo cada vez 3 moldes, durante 15-20 minutos, o hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio. Retiramos del horno y dejamos enfriar 10 minutos en el molde, a continuación, desmoldamos y dejamos enfriar por completo.

Cuando nuestros bizcochos se hayan enfriado por completo preparemos la crema. Para ello batimos 400 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente junto con 400 gramos de azúcar glas tamizado y 1 cucharadita de vainilla en pasta. Batiremos hasta que la mezcla haya blanqueado y esté muy cremosa.

Para montar la tarta, ponemos una pequeña porción de crema en el plato de presentación que ayudará a que el primer bizcocho se quede «pegado» y no se mueva al montar la tarta. Colocamos el primer bizcocho, en este caso el de color morado, y sobre este una porción de crema. La alisamos y seguimos con el bizcocho azul y otra porción de crema. Colocamos del resto de los bizcochos, igualmente, intercalando una porción de crema, y continuando por el bizcocho verde, el amarillo, el naranja y el rojo. En todo momento, iremos controlando que la tarta vaya quedando recta.

Cuando tengamos ya todos los bizcochos montados, intercalados con una porción de crema, cubriremos toda la tarta con una capa muy fina de crema para sellar todas las migas de la tarta y posteriormente nos resulte más sencilla de decorar. Llevamos la tarta a la nevera al menos 15 minutos para que endurezca ligeramente la crema.

A continuación, cubrimos la tarta con la crema restante y terminamos la decoración al gusto que puede ser tan sencilla como extender el resto de la crema de forma rústica sobre toda la superficie de la tarta.

Servimos esta deliciosa y vistosa tarta.

Resumen fácil de preparación
- Precalentamos el horno a 180 ºC, engrasamos los moldes y batimos la mantequilla y el azúcar
- Añadimos las claras
- Tamizamos la harina, la levadura química y la sal
- Agregamos el buttermilk y la vainilla
- Repartimos la masa en 6 boles
- Teñimos la masa de rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado
- Horneamos en 2 tandas durante 15-20 minutos, dejamos enfriar y desmoldamos
- Preparamos la crema con los ingredientes de esta
- Montamos la tarta intercalando bizcochos de colores y crema
- Cubrimos toda la tarta con una capa fina de crema
- Cubrimos con la crema restante
- Servimos