¡Qué tendrá la sopa de cebolla que tanto nos gusta y tanto nos reconforta! La sopa de cebolla es un plato tradicional de la cocina francesa que nunca defrauda. Un plato sencillo que lo mismo nos apaña la cena de un frío lunes, que hace de entrante en una comida de Navidad. Se trata de una deliciosa receta de fácil elaboración e ingredientes comunes que únicamente necesita de un poco de tiempo y un poco de paciencia para que quede perfecta.
A continuación, te explicamos cómo hacer, paso a paso, una deliciosa sopa de cebolla.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocción: 2 horas
- Tiempo total: 2 horas y 20 minutos
- Raciones: 6
- Categoría: primer plato
- Tipo de cocina: francesa
- Calorías: 122 kcal por cada 100 g
Ingredientes de la sopa de cebolla para 6 personas
- 1 kg de cebollas
- 2 litros de caldo de carne
- 1 barra de pan
- 200 ml de vino blanco
- 100 g de queso emmental (o cualquier otro queso adecuado para gratinar)
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto

Cómo hacer la sopa de cebolla
En primer lugar, retiramos las pieles exteriores de las cebollas y las cortamos en juliana fina. Aunque podemos realizar este corte perfectamente con un cuchillo, teniendo en cuenta que tenemos que cortar 1 kg de cebollas, el uso de una mandolina nos va a facilitar mucho la tarea.

Ponemos una cazuela a fuego medio y añadimos la mantequilla y el aceite. Cuando la mantequilla se derrita removemos con cuidado e integramos ambas grasas. Añadimos la cebolla y a continuación la sal, el azúcar y la pimienta al gusto.

Comenzamos cocinando la cebolla primero a fuego medio y luego a fuego bajo, especialmente cuando ya se haya consumido todo el líquido. Cocinaremos la cebolla hasta que haya reducido bastante su tamaño y adquiera un ligero tono dorado, mientras removemos de vez en cuando para que no se nos queme. Este paso nos puede llevar hasta 1 hora dependiendo de lo oscura que nos guste la cebolla, que para esta receta, suele haber dos tendencias: cocinar la cebolla hasta antes de que oscurezca o cocinarla hasta que esté completamente caramelizada.

Cuando la cebolla esté cocinada a nuestro gusto, añadimos la harina y removemos bien durante unos minutos. Este paso es muy importante. Debemos deshacer y cocinar bien la harina para luego no encontrarnos grumos flotando. En una cazuela aparte, ponemos el caldo de carne a hervir.

Cuando la harina esté lo suficientemente integrada y cocinada, añadimos el vino blanco, integramos y dejamos que se evapore durante un par de minutos.

A continuación, vamos añadiendo el caldo de carne que teníamos calentando en otra cazuela, poco a poco, removiendo el conjunto para que se integre bien y evitar así que la cebolla con harina quede en el fondo. Una vez añadido todo el caldo, dejamos de nuevo cocinar a fuego lento otros 50 minutos. Poco antes de finalizar la cocción, probamos y rectificamos de sal si fuera necesario. En este momento ya tendríamos lista nuestra sopa de cebolla. Solo nos quedará añadir el pan y gratinarla.

Cortamos la barra de pan en rodajas, y las tostamos en una tostadora o en el horno. Frotamos un diente de ajo cortado por la mitad sobre cada tostada de pan y vamos colocando los trozos de pan sobre la sopa. A continuación, rallamos el queso sobre el pan.

Metemos la cazuela en el horno a modo grill unos minutos para gratinar el queso, vigilando que no se nos queme. Cuando el queso esté en el punto de gratinado que nos guste, sacamos la sopa del horno y servimos caliente.

Resumen fácil de preparación
- Cortar la cebolla en juliana
- En una cazuela a fuego medio, añadir la mantequilla y el aceite. Integrar. Añadir la cebolla, la sal, el azúcar y la pimienta
- Cocinar la cebolla a fuego bajo hasta el punto de caramelización que nos guste
- Añadir la harina y remover muy bien
- Añadir el vino blanco, integrar y dejar evaporar
- Añadir el caldo de carne caliente. Remover bien. Cocinar a fuego lento unos 50 minutos
- Cortar el pan en rodajas, tostar y frotar cada trozo con un diente de ajo cortado. Colocar el pan en la sopa y rallar el queso encima
- Meter la cazuela en el horno para gratinar el queso hasta el punto que nos guste. Servir caliente