El ajoblanco es una variante del gazpacho porque, al igual que este, también tiene como base pan, aceite y ajo. El ajoblanco es una sopa fría muy popular en Andalucía y en Extremadura.
Si hay un lugar concreto en el que ubicar el ajoblanco es en Almáchar, Málaga, donde incluso hay un día dedicado al ajoblanco que se celebra el primer sábado del mes de septiembre.
Para hacer un ajoblanco clásico vamos a necesitar muy pocos ingredientes: almendras, ajo, pan, aceite, vinagre y una pizca de sal. Lo haremos más o menos espeso dependiendo de la cantidad de pan que usemos, también podemos adaptarlo a nuestro gusto variando las cantidades de vinagre o sal. Además, siempre lo podemos aligerar con agua fría.
El ajoblanco más tradicional se acompaña de uvas dulces. También podéis añadir algo de jamón, algún pescado en salmuera o incluso encurtidos, pero el que hoy os dejamos es el ajoblanco hecho según su receta original. Así que, esperamos que os animáis a hacerlo porque realmente es delicioso.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo total: 10 minutos (más el tiempo de enfriado)
- Raciones: 6
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: malagueña
- Calorías por ración (kcal): 524
Ingredientes del ajoblanco para 6 personas
- 100 g de pan del día anterior
- 250 ml de agua
- 1 diente de ajo
- 175 g de almendras crudas
- Media cucharadita de sal
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco
- 75 ml de aceite de oliva suave
- Uvas verdes sin semillas como guarnición

Cómo hacer ajoblanco malagueño
En primer lugar, partimos en trozos 100 g de pan del día anterior y lo ponemos en un bol con 250 ml de agua. Dejamos que el pan absorba el agua mientras que preparamos el resto de ingredientes.

Pelamos 1 diente de ajo y le quitamos el germen. Es recomendable retirar el germen de los ajos cuando estos se van a comer crudos, como es el caso, para facilitar así su digestión.

Para que el ajoblanco quede fino y sin grumos, vamos a usar una batidora de vaso pero si no tenéis, podéis usar cualquier otro procesador de alimentos, y, si fuese necesario, colar después la sopa. Ponemos en el vaso de la batidora 175 g de almendras crudas junto con el diente de ajo, media cucharadita de sal, 1 cucharada de vinagre de vino blanco y 75 ml de aceite de oliva suave.

Añadimos también el pan que habíamos dejado remojando con agua. No lo escurrimos, porque vamos a necesitar también el agua que no ha llegado a absorber el pan para poder triturar toda la mezcla.

Una vez tenemos todos los ingredientes juntos, los trituramos hasta conseguir una textura lisa y sedosa, y llevamos el ajoblanco a la nevera al menos un par de horas. Lo tapamos con film para que no absorba ningún sabor de la nevera.

Cortamos un par de uvas verdes sin pepitas por comensal, para acompañar al ajoblanco.

Servimos el ajoblanco muy frío con las uvas y un chorrito de aceite de oliva.

Resumen fácil de preparación
- Partimos el pan y lo ponemos en remojo con el agua
- Quitamos el germen del ajo
- Ponemos las almendras, el ajo, la sal, el vinagre y el aceite de oliva en el vaso de una batidora
- Añadimos el pan remojado
- Trituramos el conjunto y llevamos el ajoblanco a la nevera 2 horas
- Cortamos las uvas
- Servimos el ajoblanco muy frio con las uvas y aceite de oliva