Las gachas dulces o poleá es, ante todo, un plato con raíces humildes. De forma similar a las gachas manchegas, la poleá consistía en unas gachas que comenzaron a hacerse a base de harina y agua, constituyendo así un plato salado muy recurrente en muchas casas del sur de España. Con el tiempo y con mayores recursos, la poleá ha derivado en un rico postre con base de leche y aromatizado con especias como el anís y la canela.
Las poleá se sirve con costrones de pan frito y lo ideal es tomarlas caliente y recién hechas, ya que se suelen comer en otoño o invierno.
La base de la poleá es un roux de aceite de oliva sobre el que se fríen semillas de anís y piel de limón. Una vez retirados los aromatizantes, se fríe la harina y se completan las gachas con leche y canela. La cantidad de leche determinará el espesor del postre. Para realzar el sabor del anís, hemos añadido en esta ocasión un poco de licor de anís, que se puede suprimir en caso de que sean niños los que coman las gachas.
Para acabar, se fríen unos costrones en aceite de oliva con pan del día anterior y se sirven sobre las gachas. Si lo que se prefiere es comer el postre frío, se reservarán los costrones hasta servir el postre.
Sofía de la TorreInformación de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 30 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: postre
- Tipo de cocina: andaluza
- Calorías por ración (kcal): 451
Ingredientes de la poleá para 4 personas
Para la poleá:
- 40 ml aceite de oliva virgen extra
- Una cucharada de semillas de anís (matalahúva)
- La piel de medio limón
- 50 g harina de trigo
- Una rama de canela
- 120 g azúcar
- 750 ml leche
- Una cucharadita de canela en polvo
- 20 ml de licor de anís
Para los costrones:
- 100 g de pan del día anterior
- 200 ml de aceite de oliva virgen
Cómo hacer poleá
Ponemos 40 ml de aceite de oliva virgen extra en una cacerola baja y añadimos una cucharada de semillas de anís y la piel de medio limón. Cuando cortemos la piel de limón, tendremos cuidado de no incluir la parte blanca ya que daría sabor amargo al aceite.
Freímos ligeramente las semillas de anís y la piel de limón a fuego suave. Tendremos mucho cuidado de que el aceite no llegue a humear por lo que será un cocinado rápido que nos llevará no más de 5 minutos. Una vez fritas las semillas y la piel del limón, las retiraremos del fuego y desecharemos tanto las semillas como la piel de limón. Para esto, podemos ayudarnos de un colador.
Sobre el aceite colado y aromatizado con las semillas de anís y la piel de limón, verteremos 50 g de harina de trigo y la cocinamos a fuego medio hasta que absorba todo el aceite y la mezcla tenga un color ligeramente dorado.
Sofía de la TorreA continuación, añadimos a la mezcla de harina y aceite aromatizado la rama de canela y 120 g de azúcar.
Con el fuego a media potencia, comenzaremos a verter la leche que habremos calentado previamente. La añadiremos poco a poco e iremos agregando más a medida que se vaya absorbiendo. Lo ideal es ayudarse con una varillas para eliminar los posibles grumos. Cocinaremos a fuego medio y sin dejar de remover hasta comenzar a ver burbujas. Cuando comiencen a aparecer estas, retiraremos la cacerola del fuego.
Sofía de la TorreUna vez están las gachas fuera del fuego, retiramos la rama de canela y añadimos una cucharadita de canela en polvo. A continuación, mezclamos bien.
Sofía de la TorreAdemás de la canela, para aromatizar la poleá, vertemos 20 ml de licor de anís. Este ingredientes es opcional. Mezclamos con las varillas hasta integrar bien el anís.
Vertemos la poleá en copas o en los recipientes que más nos gusten.
Sofía de la TorrePara preparar los costrones, partimos 100 g de pan del día anterior en cuadrados regulares y los freímos a fuego medio en una sartén con 200 ml de aceite de oliva virgen, hasta que se doren por todos los lados. Para que no resulten tan grasos, una vez fritos, los escurriremos sobre papel absorbente.
Sofía de la TorreServimos la poleá recién hecha con los costrones, o bien fría llevando las copas a la nevera y reservando los costrones hasta servir el postre.
Resumen fácil de preparación
- Ponemos la piel de limón y las semillas de anís en una cacerola con el aceite
- Freímos las semillas de anís y la piel de limón con cuidado de no quemar ninguno de los ingredientes y las retiramos con un colador
- Añadimos la harina de trigo al aceite y la cocinamos hasta que tome un color ligeramente dorado
- Añadimos la rama de canela y el azúcar
- Vertemos, poco a poco, la leche hasta integrarla toda y sin dejar de remover
- Fuera del fuego, retiramos la rama de canela y añadimos la canela en polvo
- Opcionalmente, añadimos licor de anís
- Vertemos la poleá en copas
- Cortamos el pan, lo freímos y lo escurrimos sobre papel absorbente
- Servimos la poleá con los costrones de pan