Choco es el nombre que se le da a las sepias pequeñas en algunos lugares de Andalucía. Hay muchas formas de cocinar los chocos, una de las más típicas es chocos con habas (plato muy popular en Huelva), aunque también se cocinan frecuentemente con patatas, a la plancha o aliñados.
En esta ocasión, vamos a hacer los chocos fritos y os queremos dar un par de apuntes para que os queden tan ricos como los que comeríais en un chiringuito, al lado de una playa andaluza.
Como la carne de los chocos es algo dura, es conveniente congelarlos si los hemos comprado frescos y sacarlos del congelador para llevarlos a la nevera un día antes de freírlos. De esta manera, rompemos las fibras de la carne y quedan más tiernos. Es muy importante también lavar muy bien los chocos y después cortarlos en tiras, no en rodajas, y dejarlos escurrir con sal para que suelten su agua. Para esta fritura solo usaremos el cuerpo de los chocos y guardaremos los tentáculos para otras elaboraciones.
A partir de ahí podemos elegir una harina de trigo común para el rebozado o, mejor aún, harina de garbanzos, muy usada en las frituras andaluzas, con la que se obtienen fritos muy crujientes.
La fritura de los chocos exige aceite de oliva, no puede ser de otra manera, a unos 180 ºC. Una vez hechos, solo queda añadir unas rodajas de limón y exprimir unas gotas por encima en el último momento.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 20 minutos (más el tiempo de espera para que los chocos suelten su agua)
- Raciones: 2
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: andaluza
- Calorías por ración (kcal): 351
Ingredientes de los chocos fritos para 2 personas
- 500 g de chocos
- Sal
- 100 g de harina de garbanzo
- Aceite de oliva para freír
- Limón
Cómo hacer chocos fritos
En primer lugar, lavamos muy bien 500 g de chocos bajo el chorro de agua fría. Si hemos usado chocos congelados, los sacamos del congelador un día antes de usarlos y los llevamos directamente a la nevera para que se vayan descongelando poco a poco.
Separamos el cuerpo de los chocos de los tentáculos. Para esta elaboración, solo usamos el cuerpo de los chocos, pero los tentáculos pueden usarse para preparar un arroz, un caldo o incluso cocidos para preparar un salpicón. Una vez separados los tentáculos del cuerpo, nos quedarán unos 300 g de chocos.
Cortamos el cuerpo de los chocos, con ayuda de unas tijeras de cocina, en tiras de 1,5 a 2 cm de grosor.
Para que los chocos queden más tiernos, les ponemos un poco de sal y los llevamos a la nevera 1 hora. De esta manera, soltarán parte del agua que contienen lo que facilitará que queden tiernos al freírse.
Transcurrida la hora de reposo en nevera, secamos las tiras con papel absorbente. A continuación, preparamos un plato con 100 g de harina de garbanzo. Enharinamos los chocos con la harina de manera que queden bien cubiertos y después los sacudimos para eliminar la harina sobrante, de manera que queden sueltos.
Preparamos un cazo con abundante aceite de oliva. Cuando el aceite alcance entre unos 170-180 ºC, freímos los chocos en tandas pequeñas para no bajar la temperatura del aceite y para que se frían con bastante espacio entre ellos. Para que queden bien crujientes y algo dorados, freímos cada tanda de chocos sobre 2 o 3 minutos.
Retiramos los chocos fritos con una espumadera y los pasamos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa de la fritura.
Servimos los chocos calentitos con unos gajos de limón.
Justo antes de degustarlos, los rociaremos con unas gotas de limón.
Resumen fácil de preparación
- Lavamos los chocos
- Separamos el cuerpo de los tentáculos
- Cortamos los chocos en tiras
- Les ponemos sal y los dejamos en la nevera
- Los secamos y los enharinamos
- Los freímos en abundante aceite por tandas
- Los dejamos sobre papel absorbente
- Servimos los chocos fritos con limón
- Añadimos limón antes de comerlos
