¡Hola mis queridas lectoras del apasionante mundo del vino! Ya estamos aquí de nuevo, cómo no, gracias a un estupendísimo vino, esta vez llegado desde el Piamonte: ¡Paolina! (que no Rubio). Paolina es una genial Barbera d'Alba. Varietal tinto que pertenece a la región de Alba, una de las cuatro que componen el Piamonte junto a Asti, Barbaresco y Barolo. En Alba también se produce la Dolcetto, que comparte la fama junto a la Barbera, aunque siendo sincero yo padezco una debilidad enorme por la Barbera. Sobre todo, en su versión amabile, joven y pura expresión varietal. De ahí que hoy venga con Paolina de Ca' del Baio bajo el brazo.
(…) Ni una sola palabra,
ni gestos ni miradas apasionadas.
Ni rastro de los besos que antes me dabas,
hasta el amanecer (…)
Ca' del Baio es una cantina tradicional del Piamonte que se remonta al 1870. Fue cuando la familia liderada por Giussepe Grasso se muda de Calosso, en Asti a Treiso, en Barbaresco. Desde entonces muchas cosas han pasado, tanto que es actualmente el biznieto quien lleva la bodega, Giulio Grasso. Pero como La Famiglia e la Storia a veces resulta un poco aburrida, vamos a resumir rápido. Son unos cracks en la zona. A principios del siglo XX injertan sus primeras vides y una boda une Treiso y Asili: es el casamiento de Fiorentina y Ernesto Grasso. Esta unión nos trae en 1959 a Giulio Grasso que es el actual propietario y artífice de estos enormes vinos del Barbaresco. Fine a la Storia. Bueno fine no, no sin antes mencionar que Ernesto Grasso fallecía en 2016, al que podemos considerar como el gran precursor e impulsador de la bodega. Hoy en día, la bodega tiene un vino en su homenaje que ya en 2014 nos dejaba boquiabiertos a muchos. Autinbej es un Nebbiolo enorme, de tradición y el mejor reflejo de Ernesto.
Pues un fiel reflejo del varietal es Paolina, de varietal puro casi sin interferencias. Con esto me refiero a que no vamos hacia un vino de castores, con marcado carácter amaderado. Una Barbera fresca, joven y muy vital. Vendimiada a mediados de octubre, muestra un carácter frutal muy marcado. Nos llena la boca de fresas, moras y bayas de arándano. Crujiente en lo sensorial, ácida en su paso. Fresca, muy fresca pero cómo no, la mayoría de varietales de la zona siempre muestran carácter y la Barbera no va a ser menos.
Estructurada y potente, muestra un cuerpo a la altura de los grandes vinos piamonteses, pero con una tanicidad pulida, estrecha y afinada, tanto que resulta imperceptible. Integración. Mucho juego y jugo entre el ínox y la barrica. Esos 15% vol apenas se notan porque la frescura de este genial vino apaga cualquier fuego.
Un vino vibrante como un buen violoncello, emociona con cada nota, estremece de una forma fuerte y rotunda, siendo en buenas manos cuando emite una melodía repleta de emociones. Eso es Paolina, un Barbera único que nos muestra las grandes bondades de una región gigante.