Las mejores alternativas cuando no te queda pan rallado en casa

Un cuenco pequeño y una cuchara pequeña con mango de madera, ambos con pan rallado y sobre una encimera
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¿Alguna vez al preparar unas ricas croquetas caseras o unos filetes empanados te has dado cuenta a mitad de la receta de que no tienes pan rallado? Que no cunda el pánico: aquí tienes una solución. O varias.
Por Sonia Dorado
02 de abril de 2024

Flamenquines cordobeses, cachopo asturiano, croquetas de gambas, filetes de ternera empanados... Si nos ponemos a contarlas nos daremos cuenta de que las recetas con pan rallado son infinitas. Y es que es uno de los ingredientes más versátiles y útiles que puedes tener en tu despensa, un ingrediente cuyo fin principal es dotar a los platos en los que se utilice de un toque crunchy de lo más especial para el paladar.

El pan rallado, obviamente, proviene del pan, uno de los alimentos más consumidos y un básico en la cocina que puede adoptar muchísimas formas. Este pan rallado se obtiene tras el tueste y la ralladura del pan y se puede comprar ya preparado en los supermercados o puedes prepararlo tú mismo en casa aprovechando el pan duro de varios días y rallándolo en pequeñas migas.

Y ahora, en confianza: ¿cuántas veces has ido a hacer un rebozado o has necesitado espesar una salsa y, sorpresa, no tenías pan rallado? Para tener alternativa cuando esto te pase, te contamos algunas opciones que pueden sacarte de más de un apuro.

Cachopo asturiano de terneraDamián Serrano

Qué puedes hacer cuando te quedes sin pan rallado

El pan rallado es un ingrediente clave en numerosas recetas. Evidentemente, su uso más común es en rebozados, fritos y empanados donde su textura crujiente y dorada no pasa desapercibida en ningún paladar y se lleva todas las atenciones.

Por eso, es un auténtico fastidio cuando al preparar alguna receta con pan rallado como unos nuggets o un cordon bleu de pollo, mientras estás con las manos en la masa y con la mente ya saboreando todo su sabor y sintiendo cómo su cobertura cruje en tu boca descubrir al abrir la puerta de la despensa que tienes de todo menos pan rallado. Y, ¿ahora qué?

Antes tenías que abortar la misión y dejar esos manjares para otro día, pero ahora con este truco podrás seguir con tu receta con normalidad, porque existen ciertos ingredientes que también pueden ayudarte a conseguir esa textura crunchy que proporciona el pan rallado. Toma nota.

  • Pan tostado: puedes tostar algunas rebanadas de pan en el horno o en una sartén y, cuando estén crujientes, triturarlas en un procesador de alimentos.
  • Galletas saladas o crackers: también puedes triturar galletas saladas o crackers en migas finas. Además de ofrecerte la misma textura crujiente del pan rallado, también añadirán un extra de sabor.
  • Cereales de maíz: los cereales de maíz, mejor si son sin azúcar, son ideales para un rebozado crujiente y dorado. Sería tan fácil como meterlos en una bolsa, cerrarlas y aplastarlos con las manos o con la ayuda de un rodillo.
  • Frutos secos: almendras, nueces o cacahuetes son perfectos para triturarlos en un procesador y usarlos para los rebozados o empanados.

Como puedes ver, quedarte sin pan rallado ya no será un problema porque seguro que en la despensa tienes algunos de estos ingredientes que puedes usar perfectamente como alternativa para crear una textura crujiente y dorada.