Mucho se habla del Año Nuevo Chino, que el pasado 25 de enero abrió la puerta al año del Dragón de Madera. Pero hay que recordar que muchas culturas del Sudeste Asiático, como la vietnamita, también comparten el calendario lunar; por lo que coinciden en renovar su calendario en medio de largas celebraciones donde la gastronomía es una de las grandes protagonistas.
En el caso de Vietnam, la llegada del año nuevo, o sea el Têt (oficialmente, el Têt Nguyên Đán) es diferente al festejo occidental: «los vietnamitas nos juntamos una semana, con comidas que se extienden por horas», explica Anh Van Chac, dueña con su pareja Carles Amat del restaurante Món Viêt de Barcelona.
Las reglas del Têt
«El Têt está lleno de reglas, algunas muy divertidas», precisa Anh.«Antes de las reuniones hay que saldar las cuentas pendientes, se debe tratar de sonreír todo el tiempo posible, se regala dinero en sobres rojos (sobre todo a los niños) y se tienen que vestir trajes nuevos y llamativos», explica.
En esas largas comidas familiares nunca se debe comer pato o calamar, que se consideran como ahuyentadores de la fortuna. Pero sí se pueden disfrutar platos especialmente creados para la ocasión.
Los platos del año nuevo vietnamita
Varios de ellos se pueden probar estos días en este restaurante de Barcelona, que parece extraído de un rincón de Hanói. Uno es el banh tét, un tipo de pastel de arroz glutinoso, frijol verde y carne de cerdo, cubierto por las hojas de dong u hojas de plátano, que simboliza la estabilidad y la gratitud hacia los antepasados. Otro es el gà luộc, un delicioso pollo hervido acompañado de salsa de pescado con jengibre. Más potente, es el thịt kho tàu, panceta con salsa de caramelo y huevo
Además, son muy populares la canh giò heo (sopa de albóndigas de cerdo, servida con fideos de huevo en un caldo de un aroma intenso), los gỏi cuốn (rollo de primavera más ligeros que los chinos, rellenos de camarones, carne de cerdo, fideos de arroz) o el cá hấp (pescado cocido al vapor con jengibre que se sirve con una salsa agridulce).
En todo momento los platos se acompañan por las mứt, unas galletas dulces de arroz elaboradas con frutas secas como albaricoques, ciruelas, dátiles y jengibre confitado.
El espeso y dulce café vietnamita, al que se le echa leche condensada, nunca puede faltar; y el remate son las tradicionales galletitas de la suerte, que esconden un mensaje de buena fortuna para el año que recién empieza.
