Su origen se remonta al siglo XVI, y se debe a un excedente de grasa de cerdo y cereal que hubo en Andalucía, cuna de los mantecados, más concretamente en Estepa. Como ya hemos comentado, los mantecados son diferentes a los polvorones, y aunque coinciden en los ingredientes básicos, adicionalmente, los mantecados pueden estar aromatizarlos con canela, chocolate, limón, anís e, incluso en alguna ocasión la almendra, ingrediente que el polvorón siempre lleva. Para hacer mantecados no tostamos la harina, usamos azúcar granulado y les damos forma redonda, algo que marcará la diferencia a simple vista con los polvorones tradicionales, que además de estar espolvoreados con azúcar glasé, son ovalados.

Teniendo en cuenta estas premisas básicas, os proponemos una receta sencilla de mantecados, aunque seguramente no será la más tradicional.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de reposo: 2 horas
- Tiempo de cocción: 15 minutos
- Tiempo total: 2 horas y 45 minutos
- Raciones: 10
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: española
- Calorías: 364 kcal por ración
Ingredientes de los mantecados para 10 personas
- 300 g de harina de repostería
- 200 g de manteca de cerdo
- 75 g de azúcar granulado
- 80 g de harina de almendra
- 20 ml vino de jerez
- 5 g levadura tipo Royal
- 1 clara de huevo
- 1 pizca de canela

Cómo hacer los mantecados
Pesamos y medimos todos los ingredientes y en un bol amplio ponemos las harinas, el azúcar y mezclamos bien.

A continuación, añadimos el resto de los ingredientes y amasamos hasta que esté todo integrado y tengamos una masa lista y compacta.

La envolvemos en un film y la guardamos en la nevera, para que repose unas horas, antes de formar los mantecados. El objetivo es que la masa se endurezca un poco, por eso podríamos, perfectamente, dejarla hasta el día siguiente.

Y después del reposo en frío de la masa, formamos los mantecados. Para ello, la estiramos con ayuda de un rodillo, dejándola con un grosor de 1,5 cm.

Con un cortador de galletas o un molde redondo, vamos troquelando la masa y formando los mantecados, y los pasamos a una bandeja de horno.

Una vez que los tenemos todos en la bandeja, encendemos el horno a 180 °C, y mientras alcanza la temperatura marcada, guardamos la bandeja con los mantecados ya formados en la nevera.

Cuando el horno alcance la temperatura deseada, los horneamos durante 15 minutos, y una vez pasado ese tiempo los retiramos. Dejamos que reposen un poco en la bandeja y después los colocamos en una rejilla para que se enfríen del todo.

Cuando ya estén fríos, los colocamos en un plato y los servimos. Para conservarlos, los metemos en una caja hermética y podemos envolverlos en papel de seda, usar las cápsulas de las madalenas, o guardarlos directamente así.

Resumen fácil de preparación
- Pesamos y medimos los ingredientes de la receta
- En un recipiente amplio echamos las harinas y el azúcar y mezclamos
- Añadimos el resto de los ingredientes y amasamos todo con las manos
- Cuando tengamos una masa compacta y lisa, la envolvemos en film, y la guardamos en la nevera unas horas.
- Después del reposo en frío, quitamos la masa de la nevera y con un rodillo la extendemos dejándola con un grosor de 1,5 cm
- Con un corta-pasas redondo formamos los mantecados y los vamos colocando en una bandeja de hornear
- Una vez están todos listos, encendemos el horno y marcamos 180 °C
- Mientras el horno se calienta, guardamos la bandeja con los mantecados en la nevera de nuevo para que la masa esté fría al entrar en el horno
- Los horneamos durante 15 minutos y cuando estén listos los retiramos
- Los vamos pasando a una rejilla para que se enfríen
- Los guardamos en un recipiente hermético, directamente o previamente envueltos en papel de seda