Cada persona tiene una receta, una manera de hacer las croquetas. Sin embargo, las proporciones de los ingredientes para hacer unas croquetas a mano y tradicionales son siempre las mismas. En este caso utilizamos solamente leche, pero podríamos sustituir un porcentaje de esta por agua o por caldo de pescado si quisiéramos hacerlas más ligeras, siempre manteniendo las proporciones de harina y líquidos. Aun así, hay veces que tendremos que ajustar la bechamel. Si nos queda demasiado líquida añadimos un poco de fécula de maíz disuelta en agua o leche frías y si, por el contrario, vemos que nos queda demasiado espesa, la aligeramos con un poco de leche hasta conseguir la textura que buscamos.
A continuación os contamos como hacer unas croquetas de atún caseras y tradicionales perfectas. Según mis hijos son las mejores del mundo, claro que el hambre del momento ayuda a apreciarlas un poco más.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 3 horas y 40 minutos
- Tiempo de cocción: 30 minutos
- Tiempo total: 4 horas y 10 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: española
- Calorías: 173 kcal por cada 100 g
Ingredientes de las croquetas atún para 4 personas
Para la bechamel:
- 100 g de atún en conserva
- 150 g de harina panadera
- 20 g de cebolla
- Una cucharilla de perejil picado
- 700 ml de leche entera
- 40 ml de AOVE
- Sal
- Nuez moscada
Para el rebozado:
- Pan rallado
- 2 huevos
- Aceite de oliva suave para freír
Cómo hacer croquetas de atún
Preparamos y pesamos todos los ingredientes de la receta y ponemos la leche a calentar, así la tendremos lista para ir añadiendo a la bechamel.
Calentamos el aceite en una sartén alta o en un wok y añadimos la cebolla bien picadita para que se vaya pochando.
Cuando la cebolla está transparente, añadimos el perejil y después la harina, de golpe.
La removemos para que se mezcle con el aceite y se tueste bien y de manera uniforme.
El tostado de la harina es uno de los pasos fundamentales y una de las claves para hacer unas buenas croquetas, pues hará que la bechamel no tenga ese sabor poco agradable de la harina cruda. Cuando la harina esté bien tostada, añadiremos un poco de leche caliente y removiendo energéticamente y muy rápido para que se integre, haremos un roux o masa espesa.
Seguiremos echando leche poco a poco y revolviendo sin parar vamos aligerando la bechamel.
Aunque sea tentador, no debemos de añadir la leche de golpe, sino poco a poco y esperando que la masa la vaya absorbiendo antes de añadir más. Si la añadiéramos toda de golpe, o fría, se nos formarían grumos. Una vez hemos añadido toda la leche y se ha integrado en la bechamel, la seguiremos cocinando durante al menos unos 30 minutos. Es muy importante que nos quede muy bien cocida y ligada. Una vez tenga la textura deseada le añadiremos el atún escurrido de aceite y desmenuzado.
Rectificamos la sal y rallamos nuez moscada al gusto. Mezclamos todo bien durante unos cinco minutos y la apartamos del fuego.
Volcamos la bechamel en una fuente y la dejaremos enfriar unas tres horas.
Cuando esté fría y un poco más compacta, formamos y rebozamos las croquetas. Ponemos huevo batido en un bol y pan rallado en otro y ayudándonos de dos cucharas, le vamos dando forma a las croquetas.
Primero las pasamos por huevo y luego las pasamos al bol del pan rallado. Ayudándonos de las manos y con cuidado, ya que están blandas, las rebozamos de manera uniforme.
A continuación, las vamos colocando en una tabla para que se seque un poco el rebozado, antes de freírlas o guardarlas.
Una vez hemos terminado de rebozarlas ya las podremos freír. Para ello ponemos abundante aceite en una sartén o freidora y cuando esté caliente, pero no en exceso, vamos echando las croquetas.
Evidentemente el número de croquetas que freímos juntas dependerá del tamaño de la sartén, pero es fundamental tener en cuenta no poner demasiadas a la vez para que no enfríen el aceite y de esa forma evitar que se peguen y se abran. Cuando vemos que se han tostado, por un lado, con un par de tenedores y con cuidado le vamos dando la vuelta a las croquetas y cuando están doradas por ambos lados las retiramos para un escurridor, y de ahí a un plato forrado con papel absorbente.
Una vez hemos terminado de freírlas, las servimos, sin apurarnos y dejando tiempo para que se enfríen un poco, sobre todo si hay niños. La bechamel de unas croquetas bien hechas, suele estar muy caliente y líquida, y quema mucho.
Resumen fácil de preparación
- Preparamos todos los ingredientes y picamos la cebolla el perejil
- Ponemos la leche en un cazo a calentar
- En una sartén ponemos el aceite y pochamos la cebolla con el perejil
- Añadimos la harina y la tostamos durante unos minutos
- Añadimos la leche y hacemos un roux
- Vamos añadiendo el resto de la leche caliente poco a poco y removiendo
- Cocemos la bechamel durante 30 minutos sin dejar de remover
- Finalmente echamos el atún bien escurrido
- Añadimos nuez moscada y rectificamos de sal
- Volcamos la masa en una fuente y la dejamos enfriar
- Formamos las croquetas y las rebozamos en huevo y pan rallado
- Las vamos colocando en una superficie lisa y dejamos que se vaya secando un poco el rebozado
- Cuando estén listas, ponemos abundante aceite en una sartén y cuando está caliente echamos las croquetas
- No demasiada cantidad para evitar que se peguen y se abran
- Les vamos dando la vuelta con cuidado
- Cuando están doradas por ambos lados las retiramos y las escurrimos bien
- Y las servimos calentitas
