Iñaki Murua y Carolina Sánchez hacen suyo el ideario gastronómico del restaurante Ikaro con una muestra de cocina personal, que no es otra cosa que un relato de orígenes y nuestras vivencias gastronómicas variadas y bien explicadas. La personalidad de los dos cocineros, que se conocieron en el reputado Basque Culinary Center, se refleja en todas y cada una las creaciones. En sus palabras: «Cocinamos como somos. Y lo hacemos con todo el cariño y el mimo que se merecen los productos que utilizamos. Un poco tradicional, un poco moderna; un poco de aquí y un poco de allá».
IkaroSe puede decir que su propuesta guarda una saludable humildad, pero que sabe salirse de esa timidez para provocar en el momento justo, con combinaciones inimaginadas y acertadas. Al producto de temporada más selecto, el par de cocineros le aplican una cuidada técnica, muy detallista y minuciosa. La mencionada cocina personal reluce a través de platos creativos y estudiados, con influencias foráneas y autóctonas. El pasado académico de los chefs se trasluce en la escrupulosa técnica y en la relevancia a las materias primas, que son siempre frescas y de temporada. Esto es condicionante para la configuración de los platos, que se modifican según la temporalidad.
En los menús degustación encontramos un espléndido trabajo con grandes pescados, como la merluza, que sirven en dos pases. En el primero, presentan el pescado con forma de láminas de merluza curada con lima kaffir y ahumada, codium en tempura y salsa verde. En el segundo momento, extraen la kokotxa para cocinarla a la brasa y acompañarla de perdiz escabechada, con su salsa emulsionada y el punto refrescante y frutal de la granada. Otro de los grandes platos es la pampamesa de rape y ají panca, una preparación de pescado que cuenta con la potencia de sabor del ají, y que se combina con una particular ensalada de cebada y hierbabuena, con ollucos salteados, mantequilla de foie de rape y su pan.
IkaroLa visita a Ikaro se culmina con una torrija, como suele ser común en los restaurantes gastronómicos, sólo que servida para comer de un solo bocado. Otro de los postres es el tomate de árbol, servido con una panna cotta de vainilla, con el fruto asado con miel e inyecciones de tomillo limón. La línea italiana continúa con otro postre, una burrata casera rellena de chocolate blanco y aguacate, pistacho, frutos rojos y menta.
Además de la increíble propuesta gastronómica, en Ikaro se bebe muy bien gracias a la cuidada selección de vinos, un conjunto de caldos con los que caldear la visita a Ikaro, espacio de agradable interiorismo y mejor mesa y mantel.
Restaurante Ikaro
Avenida Portugal, 3 bajo26001 Logroño (La Rioja)
941571614
www.restauranteikaro.com
De mercado
35€-60€