
Estos polos de menta resultan ideales para tener siempre en el congelador listos para disfrutarlos en cualquier momento. Son muy refrescantes y sabrosos y, lo mejor de todo es que son muy fáciles de hacer.
Su elaboración es tan sencilla como calentar el agua con el azúcar, el zumo de limón y la menta fresca. De esta manera, todo el aroma de la menta quedará infusionado en la mezcla que vamos a congelar.
Una vez hecho este paso, solo quedará enfriar la mezcla y verterla en los moldes de los polos. Si no tenéis unos moldes clásicos, no os preocupéis; podéis usar como molde unos moldes pequeños de silicona como hemos hecho nosotros o bien, unos vasos de café de plástico o de cartón.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 10 minutos (más el tiempo de congelado)
- Raciones: 4
- Categoría: postres
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 41
Ingredientes de polos de menta
- 40 g de azúcar
- 4 g de hojas de menta fresca
- 30 ml de zumo de limón
- 225 ml de agua

Cómo hacer polos de menta
Disponemos 40 g de azúcar y 4 g de hojas de menta fresca previamente lavadas junto a 30 ml de zumo de limón y 225 ml de agua en un cazo. Hervimos el conjunto durante 5 minutos removiendo para que el azúcar quede totalmente disuelto. Dejamos enfriar.

Colamos el líquido para eliminar las hojas de menta y repartimos la mezcla colada en unos moldes para polos. Pasamos los moldes con la mezcla al congelador.

Dejamos congelar los polos durante 1 hora para que cojan consistencia y podamos poner los palos. Pasada esta hora, retiramos los moldes del congelador e introducimos un palo en cada molde (la mezcla tendrá ahora la consistencia adecuada para que se quede recto). Devolvemos al congelador y dejamos congelar los polos durante al menos una noche. Al día siguiente ya tendremos listos nuestros deliciosos polos de menta para desmoldar y servir.

Resumen fácil de preparación
- Ponemos todos los ingredientes en un cazo y hervimos la mezcla unos minutos
- Repartimos la mezcla en los moldes y la congelamos
- Pasada una hora, introducimos los palos en los moldes y dejamos congelar los polos durante una noche
- Desmoldamos los polos de menta y servimos