El pretzel, también conocido como bretzel, es un tipo de pan alemán que tiene forma de lazo. De hecho, su nombre quiere decir «brazos cruzados» que hace alusión a su característica forma. Decir que es muy popular no solo en Alemania, sino en los países con los que hace frontera.
Quizá además de este pan también conozcas los pretzels pequeñitos y crujientes, así en forma de galleta que se toman como snack. Aquí nos vamos a ocupar de los primeros, los blanditos y esponjosos que se pueden disfrutar solos o con un poco de mostaza. ¡Están buenísimos!
Una particularidad de este tipo de panes es que previamente a su horneado se les realiza un baño en una solución con sosa cáustica. Su consumo es seguro pues el proceso de horneado transforma esta sustancia en bicarbonato sódico que es inocuo.
No obstante, dado que el trabajo con sosa cáustica requiere mucha precaución, protegerse con guantes y demás, lo que vamos a usar en nuestra receta es una alternativa más segura, fácil y accesible: el bicarbonato sódico. El resultado que vamos a obtener queda prácticamente como el de las panaderías alemanas.
Para espolvorear por encima, hemos optado por poner solo sal que es sin duda la opción preferida. No obstante, también puedes sustituir la sal por semillas de sésamo o incluso por queso rallado. El proceso sería el mismo.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 20 minutos
- Tiempo total: 3 horas y 15 minutos
- Raciones: 10 pretzel
- Categoría: panes
- Tipo de cocina: alemana
- Calorías por ración (kcal): 207
Ingredientes del pretzel o bretzel para 10 unidades
- 500 g de harina de fuerza
- 6 g de levadura seca de panadería (o 18 g de la fresca)
- 1 cucharada de azúcar
- 275 ml de agua
- 1 cucharadita de sal
- 25 g de mantequilla
- Un poco de aceite suave o más mantequilla para engrasar
- 30 g de bicarbonato
- 2 yemas de huevo
- Sal gorda o en escamas
Cómo hacer pretzels caseros
En un bol ponemos unos 500 g de harina de fuerza y hacemos un agujero en el centro. Dentro ponemos unos 6 g de levadura seca de panadería o 18 g de levadura fresca. ¡Ojo! Debe ser levadura para hacer pan. El impulsor químico de los bizcochos no nos vale. También ponemos 1 cucharada de azúcar.
Cogemos por otro lado unos 275 ml de agua y la calentamos un poco, que no queme. Tiene que quedar templada. Lo ideal es que no pase los 35 ºC. Añadimos el agua a la harina y amasamos unos 5 minutos. No es necesario ningún tipo de amasado en particular.
Incorporamos ahora 1 cucharadita de sal y unos 25 g de mantequilla cortada en cubos pequeños. Amasamos para integrar. Al principio puede parecer que la mantequilla no se va a mezclar, pero después de unos minutos de amasado conseguiremos una masa lisa y uniforme. Dejamos reposar 10 minutos y amasamos otros 5. Repetimos el proceso una vez más.
Cuando tengamos nuestra masa lista, vamos a formar una bola con ella. Engrasamos con un poco de aceite suave o más mantequilla un bol y colocamos la masa dentro. Tapamos con un paño de algodón ligeramente mojado para que mantenga la humedad y dejamos reposar la masa a temperatura ambiente (o en el horno apagado con la luz encendida) un par de horas o hasta que haya doblado su volumen.
Pasado el tiempo de levado, sacamos la masa del bol y la dividimos en 10 partes iguales de unos 80 g cada una. Boleamos cada trozo y los dejamos reposar unos 10 minutos tapados con el paño húmedo para que la masa se relaje.
Ahora cogemos un trozo y le damos forma de cordón de unos 60 cm, rodando con las manos desde el centro hasta los extremos, para que el primero nos quede un poco más gordito. Si vemos que la masa tiende a encogerse al estirarla, la dejamos reposar un rato y nos ponemos con la siguiente. Cuando tengamos el cordón listo, cruzamos las puntas dos veces (como se ve en la foto) y doblamos los extremos hacia el centro para darle la forma de pretzel. Los volvemos a dejar tapados con el paño otros 10 minutos.
Mientras los pretzels descansan, vamos a ir preparándoles el baño. En un cazo con el ancho suficiente para que nos coja 1 pretzel, ponemos 1 litro de agua y diluimos 20 g de bicarbonato. Calentamos hasta que rompa a hervir. Bajamos entonces un poco el fuego y cocemos cada pretzel 30 segundos. Mientras lo cocemos, le echamos agua por encima constantemente con la paleta y procuramos que esté siempre bien caliente pero sin que llegue a hervir.
Conforme cocemos los pretzels, los vamos retirando a dos bandejas forradas con papel de hornear. Una vez cocidos todos, ponemos a precalentar el horno a 220 ºC. Mientras tanto, batimos 2 yemas de huevo con 1 cucharada de agua y pintamos los pretzels con esta mezcla. Por último, espolvoreamos cada pretzel con sal gorda o, mejor aún, con sal en escamas, y esperamos a que el horno esté a temperatura.
Metemos las bandejas con los pretzel en el horno y dejamos que se horneen de 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados al gusto.
Para acabar, en cuanto los saquemos del horno, los transferimos a una rejilla y los dejamos enfriar allí. Una vez fríos ya están listos para disfrutar.
Resumen fácil de preparación
- En un bol, poner la harina con la levadura y el azúcar
- Añadir el agua templada y amasar 5 minutos
- Incorporar la sal y la mantequilla, y amasar hasta integrar, dejar reposar 10 minutos y amasar dos veces
- Bolear la masa y poner en un bol engrasado, tapar y dejar reposar hasta que doble el volumen
- Dividir la masa en 10 partes, bolear y dejar reposar 10 minutos tapadas con un paño húmedo
- Estirar cada bola en un rulo de 60 cm y dar forma de pretzel, dejar reposar tapado con el paño otros 10 minutos
- Cocer los pretzels 30 segundos en agua con bicarbonato
- Precalentar el horno a 220 ºC, batir las yemas con 1 cucharada de agua, pintar los pretzels y espolvorear con sal
- Hornear a 220 ºC de 15 a 20 minutos
- Dejar reposar los pretzel sobre una rejilla y servir
